Una práctica regular de meditación Metta puede ser beneficiosa tanto para tu mente como para tu cuerpo. Veamos algunos de estos beneficios más de cerca.

Promueve la autocompasión

Dado que la meditación metta implica recitar frases amables hacia uno mismo, puede fomentar un sentido de autocompasión.

La idea es que debes amarte a ti mismo antes de poder amar a otras personas.

La autocompasión también puede reducir las emociones negativas hacia uno mismo, incluyendo:

  • la indignidad
  • la duda sobre uno mismo
  • el juicio
  • la ira
  • la autocrítica

Estos beneficios se observaron en un pequeño estudio de 2014. Los participantes que practicaron la meditación metta se volvieron menos críticos consigo mismos que los que no utilizaron esta práctica.

Otro estudio de 2013 descubrió que la meditación metta rutinaria tenía la capacidad de aumentar la autocompasión y la atención plena en personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT). Estos efectos ayudaron a disminuir los síntomas del TEPT.

Disminuye el estrés y la ansiedad

Según una investigación de 2013, la meditación de atención plena puede reducir significativamente los síntomas de ansiedad.

Además, la evidencia clínica ha demostrado que la meditación de atención plena, cuando se practica regularmente, también puede reducir la respuesta de inflamación que es causada por el estrés.

La meditación de atención plena puede llevar esto aún más lejos, según los practicantes de la meditación. Al desarrollar la autocompasión, uno se percibe a sí mismo de forma más positiva. Esto promueve emociones como el amor y la gratitud.

Estas emociones pueden aumentar tu nivel de satisfacción en la vida, reduciendo así el estrés y la ansiedad.

Reduce el dolor físico

Hay algunas pruebas de que la meditación metta puede disminuir algunos tipos de dolor físico.

En un estudio más antiguo de 2005, la práctica disminuyó el dolor persistente de la espalda baja.

Un estudio de 2014 encontró un efecto similar en personas con frecuentes ataques de migraña. Los investigadores de ambos estudios atribuyeron la disminución de los niveles de dolor al efecto de alivio del estrés de la meditación metta. El estrés emocional, después de todo, puede empeorar el dolor físico.

Las emociones negativas también pueden reducir tu tolerancia al dolor. Las emociones positivas, como las que se cultivan mediante la meditación metta, tienen el efecto contrario.

Mejora la longevidad

Los telómeros son estructuras de ADN situadas en los extremos de cada cromosoma. Funcionan para proteger la información genética.

A medida que envejecemos, nuestros telómeros se acortan de forma natural. El estrés crónico puede acelerar este proceso, causando un envejecimiento biológico más rápido.

Las actividades para aliviar el estrés, como la meditación metta, pueden aliviar este efecto. Un pequeño estudio de 2013 descubrió que la meditación metta está asociada a una mayor longitud de los telómeros. Los investigadores especularon que la práctica podría ayudar a mejorar la longevidad.

Mejora las conexiones sociales

La meditación metta también puede alimentar relaciones sociales más fuertes.

Después de recitar frases amables hacia ti mismo, extiendes esa amabilidad a otras personas. Esto te permite mostrar compasión y empatía hacia ellos.

También te anima a pensar en los demás y a reconocer cómo te hacen sentir.

Además, a medida que desarrollas el amor propio, es menos probable que te veas a ti mismo de forma negativa. Esto hace que sea más fácil mantener el espacio para los demás, lo que puede cultivar más conexiones positivas.

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