La apofisitis es una inflamación o lesión por estrés en las zonas de los cartílagos de crecimiento o alrededor de ellos en niños y adolescentes. La apofisitis suele estar causada por actividades repetitivas de uso excesivo, como correr, saltar y lanzar, pero también puede producirse como una lesión aguda con una caída o un movimiento rápido y potente.

¿Cuáles son los tipos más comunes de apofisitis?

La apofisitis puede presentarse en cualquier parte del cuerpo donde un músculo o un tendón se une a una zona del hueso donde se encuentra un cartílago de crecimiento. Los tipos más comunes de apofisitis son:

  • Enfermedad de Sever (parte posterior o inferior del talón)
  • Enfermedad de Osgood Schlatter (zona ósea bajo la rótula/rodilla)
  • Codo de la Liga Menor (parte ósea de la parte interna parte interna del codo)
  • Hombro de la liga menor (parte superior del brazo en el hombro)
  • Apofisitis de la cresta ilíaca (parte ósea de la zona superior de la cadera cerca de la cintura)
  • Síndrome deSíndrome de Larson-Johansson (parte inferior de la rótula/rodilla)
  • Enfermedad de Iselin (borde exterior de la parte media del pie)

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Los factores de riesgo más comunes para la apofisitis son los períodos de crecimiento rápido en los que los músculos y los tendones pueden volverse tensos e inflexibles. Los atletas jóvenes que practican deportes o realizan actividades repetitivas como correr, saltar o lanzar y que a menudo juegan con dolor también están en riesgo.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la apofisitis pueden variar, pero hay algunas cosas clave a las que hay que prestar atención:

  • Dolor que empeora durante o después de actividades deportivas repetitivas como correr, saltar y lanzar
  • Dolor, hinchazón y/o sensibilidad al tacto en las zonas del cartílago de crecimiento en el talón, la rodilla, el codo, el hombro, la cadera o el pie

¿Cómo se diagnostica?

Se debe consultar inmediatamente a un médico especialista en medicina deportiva si cree que su hijo puede tener apofisitis. Puede realizar un examen musculoesquelético completo y puede realizar radiografías de la zona para confirmar la apofisitis o descartar otras lesiones como las fracturas.

¿Cuáles son los tratamientos habituales para la apofisitis?

Dependiendo de la localización y la gravedad de la lesión, la apofisitis puede tratarse de varias formas diferentes, pero el tratamiento inicial de la lesión es siempre el reposo. Otros tratamientos que puede recomendar su médico deportivo son:

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINE), u otros medicamentos para controlar el dolor y reducir la inflamación
  • Hielo, o masaje con hielo, para ayudar a controlar el dolor y aliviar la inflamación de la zona
  • Correas o equipos médicos que pueden ayudar a aliviar el dolor y proteger la zona
  • Rehabilitación con un entrenador deportivo o fisioterapeuta que incluirá estiramientos, fortalecimiento y tratamientos para reducir el dolor y prevenir futuras lesiones
  • En los casos más graves, su médico puede requerir un período de inmovilización y/o no soportar el peso utilizando una bota para caminar, muletas y o yeso

Cómo prevenir la Apofisitis

Los padres, entrenadores y jóvenes atletas pueden ayudar a prevenir la Apofisitis en los jóvenes atletas siendo conscientes del dolor relacionado con la actividad y reconociendo los síntomas de la Apofisitis a tiempo. Si un niño tiene dolor con una actividad, debe descansar hasta que el dolor se haya resuelto antes de volver a esas actividades. Es importante mantener y mejorar la flexibilidad de los músculos a medida que el niño crece. Los estiramientos y los calentamientos adecuados antes de las actividades son una parte esencial del deporte.

Evitar la especialización deportiva (un solo deporte durante todo el año) permitirá que el cuerpo de su hijo descanse de las actividades deportivas más extenuantes y repetitivas, como los lanzamientos o los saltos, y ayudará a prevenir las lesiones por uso excesivo.

Para obtener más información sobre los servicios de medicina deportiva del Nationwide Children’s Hospital, haga clic aquí.

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