La escritura de Da Vinci es como un fino tapiz. Hay tantos detalles en ella que descubrirás algo nuevo cada vez que la mires. En este códice en particular describe e ilustra el vuelo de los pájaros.
Un simple vistazo al patrón de la escritura nos mostrará que la letra es pequeña y «burbujeante». Hay una apariencia de efervescencia controlada que es una combinación inusual que rara vez se encuentra entre los escritores.
Si queremos traducir esto en una descripción de la personalidad tendríamos que decir que revela concentración e imaginación intelectual. Dicho de otro modo, ¡seguramente describe la inventiva!
¿Qué hace que la escritura sea burbujeante? Fíjate en los numerosos lazos pequeños situados principalmente en la zona superior de la escritura. Esto es un signo de imaginación activa. Pero también te darás cuenta de que está muy organizada al mismo tiempo para que nunca se descontrole.
Da Vinci no era un vago idealista que vivía en un mundo de fantasía. Su mente rebosaba de ideas, pero sabía que eran practicables y de aplicación inminente.
También hay otros aspectos que exigen nuestra atención. Obsérvese el cuidadoso detalle así como la fina angulosidad de las letras de la zona central.
El pequeño tamaño, el intrincado detalle, la vibrante calidad y el carácter distintivo de la apariencia muestran originalidad y un constante zumbido de actividad mental. Apoyado en este rico cimiento de gran actividad mental, su fértil imaginación hizo conexiones inusuales a la velocidad de la electricidad.
Pero todo esto estaba apuntalado por una firme base de lógica. Obsérvese cómo las líneas están claramente separadas para revelar la claridad del pensamiento. Los firmes trazos hacia abajo en el contexto de esta escritura, que de otro modo sería de encaje, muestran que tenía una fuerte determinación y la capacidad de aplicar sus conceptos teóricos de forma práctica.
Apenas es necesario poder leer las palabras. El intrincado patrón muestra por sí solo su inconfundible genio.
Da Vinci y su escritura en espejo