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Hacia la consecución de su arte

A una edad en la que la mayoría de los artistas ya habían completado una gran obra, Rodin estaba empezando a afirmar su arte personal. Recibió un encargo estatal para crear una puerta de bronce para el futuro Museo de Artes Decorativas, una subvención que le proporcionó dos talleres y cuyos anticipos le dieron seguridad financiera.

Esa puerta de bronce iba a ser el gran esfuerzo de la vida de Rodin. Aunque fue encargada para su entrega en 1884, quedó inacabada a su muerte en 1917. Fue fundida por primera vez a título póstumo ese mismo año. El tema de sus escenas fue tomado de la Divina Comedia de Dante, y finalmente pasó a llamarse Las puertas del infierno. Su concepción original era similar a la del escultor italiano del siglo XV Lorenzo Ghiberti en sus puertas del Paraíso para el Baptisterio de Florencia. Sin embargo, sus planes se vieron profundamente alterados por su visita a Londres en 1881, invitado por el pintor Alphonse Legros. Allí Rodin vio los numerosos cuadros y dibujos prerrafaelistas inspirados en Dante, sobre todo las obras alucinantes de William Blake. Transformó sus planes para Las Puertas en unos que revelarían un universo de formas convulsas atormentadas por el amor, el dolor y la muerte. Este monumento no realizado fue el marco a partir del cual creó figuras y grupos escultóricos independientes, entre ellos su famoso El pensador, concebido originalmente como un retrato sentado de Dante para la parte superior de la puerta. Rodin lo expuso por primera vez en 1888.

En 1884 Rodin recibió el encargo de crear un monumento para la ciudad de Calais en conmemoración del sacrificio de los burgueses que se entregaron como rehenes al rey Eduardo III de Inglaterra en 1347 para levantar el asedio de un año a la ciudad asolada por el hambre. Rodin terminó los trabajos de Los burgueses de Calais en dos años, pero el monumento no se dedicó hasta 1895. En 1913 se instaló un bronce del grupo de Calais en los jardines del Parlamento de Londres para conmemorar la intervención de la reina inglesa que había obligado a su marido, el rey Eduardo, a mostrar clemencia con los héroes.

Mientras la gloria del artista seguía aumentando, su vida privada se vio perturbada por las numerosas relaciones en las que le sumió su desenfrenada sensualidad. Hacia 1885 se convirtió en el amante de una de sus alumnas, Camille Claudel, la talentosa hermana del poeta Paul Claudel. Fue un romance tormentoso, plagado de disputas, pero que persistió hasta que la locura de Camille puso fin a la relación en 1898. Su vínculo era profundo y se persiguió por todo el país. Durante los años de la pasión, Rodin realizó esculturas de numerosas parejas en plena efervescencia. El más sensual de estos grupos fue El beso, a veces considerado su obra maestra. La obra, concebida originalmente como las figuras de Paolo y Francesca para Las puertas del infierno, fue expuesta por primera vez en 1887 y le expuso a numerosos escándalos.