P: Hace dos años respiré en un aparato para que me hicieran una prueba de metabolismo en mi gimnasio; mostró que quemaba unas 1.600 calorías al día. Hace poco me hicieron una prueba de nuevo, y sólo tenía 1.250 calorías. Tengo 42 años, ¿podría haber cambiado tanto mi ritmo en dos años? ¿Hay algo que pueda hacer para aumentarlo?
– Lora Butler, Frisco, Texas
A: El metabolismo definitivamente se ralentiza con la edad, pero no a ese ritmo. La diferencia es más probable que se deba a la forma en que se probó su ritmo. Muchos gimnasios utilizan un dispositivo de mano que mide la proporción de oxígeno y dióxido de carbono en sus exhalaciones. Esto revela la eficiencia con la que utilizas el oxígeno, lo que a su vez proporciona una ventana a tu tasa metabólica en reposo, es decir, cuántas calorías necesitas sólo para mantener las funciones de tu cuerpo. La cifra puede ser valiosa porque el metabolismo en reposo representa aproximadamente el 70 por ciento de la quema de calorías de una persona. (Suponiendo que no se ingieren más calorías de las que el cuerpo necesita, el ejercicio y la actividad consumen otro 15 o 20 por ciento de las calorías, y el resto ayuda a la digestión).
Desgraciadamente, cualquier número de factores puede distorsionar los resultados. Si ha comido o hecho ejercicio en las horas previas a la realización de la prueba, la medición será errónea. El estándar de oro para medir el metabolismo es una cámara metabólica, una habitación sellada en la que una persona permanece durante un día mientras se registra cada porción de energía consumida y se controla continuamente el contenido de oxígeno y dióxido de carbono de la habitación. Una medición de 10 minutos en la oficina de su entrenador no será tan exacta en términos de precisión.
La buena noticia es que es muy poco probable que su quema de calorías haya caído en picado. Sin embargo, si ha ganado grasa corporal o ha perdido músculo en los últimos dos años, es posible que su metabolismo se haya ralentizado. Cada año que pasa, nuestras necesidades energéticas tienden a disminuir ligeramente. Puedes luchar contra ese descenso si sigues haciendo ejercicio. El aumento de la masa muscular, cuyo mantenimiento requiere más calorías que el de la grasa, también le ayudará a reforzar su tasa metabólica. Intente realizar tres sesiones de entrenamiento de resistencia a la semana.