Una hembra de Octopoteuthis deletron en la columna de agua observada por el vehículo operado a distancia Ventana del MBARI el 6 de diciembre de 2007. Este animal fue observado a 854 metros de profundidad en el Cañón de Monterrey. Los espermatangios estaban presentes en los brazos dorsales. Son visibles como puntos blancos y se indican con un círculo rojo en la imagen de abajo.

La mayoría de los calamares que conocemos como «calamares» son especies de aguas poco profundas que viven cerca de la costa. Estas especies tienen una vida corta. Una vez que maduran, después de aproximadamente un año, experimentan un único y breve período de reproducción y luego mueren. Pero hay muchas más especies de calamares que viven en aguas profundas y los detalles de sus vidas, en particular su comportamiento de apareamiento, están rodeados de misterio.

Hendrik Hoving y sus colegas de investigación analizaron imágenes de vídeo del calamar de aguas profundas Octopoteuthis deletron, así como especímenes conservados recogidos entre 400 y 800 metros de profundidad por vehículos operados por control remoto del MBARI. Sorprendentemente, descubrieron que los machos de Octopoteuthis adherían sus espermatangios (paquetes de esperma) a otros machos con la misma frecuencia que a las hembras de la especie. Dado que el apareamiento entre personas del mismo sexo no produce descendencia, ¿cómo explican los científicos sus hallazgos?

Los investigadores piensan que los calamares macho pueden aparearse con cualquier miembro de su especie que encuentren, lo que ayuda a estos raros animales a aprovechar cualquier posible oportunidad de reproducirse. El coautor Bruce Robison explica: «Se trata de una especie solitaria que no es muy abundante; vive en aguas profundas y oscuras donde las oportunidades de reproducción son escasas. En respuesta a ese reto, esta estrategia reproductiva garantiza que no se pierda ninguna oportunidad de aparearse con éxito. Es algo así como comprar un boleto de la Lotería, excepto que las probabilidades son mucho mayores».

Independientemente de los muchos desafíos de la vida en las profundidades marinas, los machos y las hembras deben encontrar pareja para la supervivencia de una especie. Hoving sugiere que esta especie de calamar no gasta mucho esfuerzo en identificar el sexo o el cortejo de las posibles parejas, sino que pone su energía en generar grandes cantidades de esperma, para todos los posibles encuentros. Al final, dice Hoving, «este comportamiento refleja la limitada ventana de oportunidades de que dispone el calamar de aguas profundas para reproducirse».

Una hembra de Octopoteuthis deletron en la columna de agua observada por Ventana a 851 metros de profundidad en el Cañón de Monterey Una hembra de Octopoteuthis deletron en la columna de agua observada por Ventana a 851 metros de profundidad en el Cañón de Monterey. Los espermatangios estaban presentes lateralmente en el lado derecho del manto y en la cabeza. Son visibles como puntos blancos en el primer plano.

Artículo de Judith Connor

Revista de investigación:
Hoving,H.J.T., Bush, S. L., y Robison, B.H. (2011). Un disparo en la oscuridad: comportamiento sexual del mismo sexo en un calamar de aguas profundas. Biology Letters, doi: 10.1098/rsbl.2011.0680

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