Las manos son herramientas increíbles para nosotros,
pero cuando nos duelen, nos sentimos miserables!
¿Alguna vez le duelen las manos cansadas? La mayoría de la gente utiliza los ordenadores y los teléfonos con frecuencia, lo que agrava el problema del síndrome de uso excesivo. Mientras tecleamos y enviamos mensajes de texto, nuestros pequeños músculos y articulaciones de los dedos, las muñecas y los antebrazos empiezan a ponerse de mal humor. El mero hecho de llevar más de 40 años de vida puede acarrear sus propios problemas de sobrecarga. Si no se realizan ejercicios terapéuticos específicos y estiramientos con regularidad, esta sensación de cansancio puede convertirse en un dolor que no parece querer desaparecer. Si le ocurre esto, considere la posibilidad de darse una especie de «baño caliente» para remojar las manos.
Recuerdo que en mis años de adolescencia, en la década de 1980, conocía a una señora mayor a la que le encantaba tocar el piano en su iglesia. Un día estaba en su casa y la vi sumergiendo su mano en un recipiente de líquido y sacando su mano cubierta de una película que rápidamente se endureció. Me explicó cómo le ayudaba con la grave artritis que había desarrollado a lo largo de los años y le permitía tocar la música que le gustaba para su iglesia. Años más tarde, estaba sentada en un salón de manicura, lista para hacerme la manicura, cuando la señora que trabajaba en mis uñas me dijo que tenía la piel y las cutículas muy secas y que debería probar un tratamiento de parafina para hidratarlas. Inmediatamente me acordé de mi viejo amigo con la artritis y decidí probarlo. No sólo me sentó de maravilla en las articulaciones y los músculos de las muñecas y los dedos, sino que me hidrató las manos en profundidad como nunca antes. A partir de ese momento, me convencí de que los tratamientos con parafina son increíbles.
Ahora me encuentro como terapeuta de masaje ofreciendo tratamientos con parafina en las manos de los clientes para ayudarles con sus dolores y molestias. Disfrutan tanto del beneficio del alivio del dolor como de las manos suaves e hidratadas.
Cómo funciona:
Básicamente, las inmersiones en cera de parafina son una terapia de calor intenso, que al igual que otras terapias de calor, aumentan el flujo sanguíneo, relajan los músculos y disminuyen la rigidez. La ventaja añadida es que la cera se endurece creando una cáscara que atrapa el calor sin otro lugar al que ir que a la superficie de abajo. El calor también abre los poros de la piel permitiendo que los productos tópicos penetren más profundamente en las capas de la piel, lo que hace que los productos sean más efectivos.
Cómo es el tratamiento:
Después de aplicar una crema hidratante personalizada, su terapeuta le hará sumergir la mano en la cera varias veces permitiendo que las capas se espesen. A continuación, le colocará un guante de plástico. Después de 10-15 minutos la cera se deslizará fuera de sus manos y se aplicará una crema hidratante adicional.
La cera de parafina se puede comprar con diferentes tipos de aceites esenciales como lavanda o eucalipto para mejorar la experiencia. En nuestra consulta de masaje ofrecemos este tratamiento como complemento a un masaje, pero siempre utilizamos cera sin aroma para evitar sensibilidades a ciertos productos. En lugar de utilizar varios tipos de cera, podemos añadir aceites esenciales a la crema o aceite que se utilice.
Si no has probado este tratamiento antes, ¡te animo a que lo pruebes! Es genial para cualquier persona con las manos demasiado usadas, incluyendo los atletas y los que tienen artritis. También es maravilloso para hidratar profundamente la piel seca y las cutículas.
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