La vida es rápida. Usted está constantemente en movimiento, equilibrando un millón de cosas a la vez. Es fácil fatigarse con una agenda tan apretada. Y cuando estás agotado, es tentador confiar en el café y las bebidas energéticas para obtener un impulso rápido.
¿Pero hay una mejor opción? Si desea un método más natural para generar energía, ¿qué otros recursos están disponibles? La Dra. Mariann Giles y la Dra. Lori Chong, RDN, LD, de la Medicina Integral del Estado de Ohio, comparten sus consejos para superar un día agotador.
¿Cómo le gusta el café?
El café está bien en pequeñas cantidades, especialmente para un arranque rápido por la mañana. Sin embargo, el café suele ir acompañado de nata y azúcar, lo que puede provocar «choques de azúcar» y fatiga. El mismo problema se acentúa con las bebidas energéticas.
«Las bebidas energéticas pueden ser un problema aún mayor porque suelen contener grandes cantidades de azúcar y más cafeína que el café», dice el Dr. Giles. «Esto provoca picos de azúcar en la sangre que pueden darle algo de energía rápida, pero estos picos son seguidos por caídas extremas en los niveles de azúcar en la sangre que lo dejan cansado y con ganas de más azúcar».
Y si tiene ansiedad o insomnio, el café y las bebidas energéticas no son grandes opciones porque la cafeína puede intensificar esas condiciones. Así que, ¿de qué otra forma puede aumentar sus niveles de energía?
Sea proactivo
«No espere a estar cansado para combatir la fatiga», aconseja el doctor Giles. «Es mejor prevenir la fatiga llevando una vida sana y equilibrada. Comience con una dieta saludable combinada con ejercicio, sueño de calidad y control del estrés».
Trate de llevar una dieta saludable baja en azúcar, productos químicos y granos refinados. Céntrese en el consumo de alimentos enteros y no procesados, como las proteínas magras, las frutas, las verduras y las semillas, que tienen un alto contenido en antioxidantes y fibra.
Aunque ya haya oído esto antes, no se puede exagerar la importancia del agua: Esfuércese por beber la mitad de su peso corporal en onzas de agua al día. Por ejemplo, una persona de 200 libras debe beber 100 onzas de agua al día. Chong también sugiere el té verde matcha o la yerba mate como alternativas al café. Ambos tés tienen menos cafeína que el café.
Estas recomendaciones son ciertamente más fáciles de decir que de hacer, pero nuestros expertos tienen algunos consejos prácticos sobre cómo implementar un estilo de vida equilibrado y, en última instancia, aumentar los niveles de energía.
«Consiga un patrón de alimentación regular: Desayuna una hora después de levantarte, come cada cuatro horas y planifica una merienda saludable por la tarde», dice Chong.
¿Qué pasa con el ejercicio y la actividad física?
Cuando estás cansado, hacer ejercicio puede parecer lo último que quieres hacer. Sin embargo, moverse puede ser extremadamente beneficioso para sus niveles de energía. El Dr. Giles sugiere practicar yoga para prevenir la fatiga. Hay dos posturas de yoga especialmente útiles para aumentar la energía:
- Piernas arriba en la pared: Túmbese boca arriba con las piernas a 90 grados contra la pared. Mantenga esta posición durante 3-5 minutos.
- Postura del guerrero: Póngase de pie sobre su esterilla de yoga. Lleva el pie derecho a la parte posterior de la esterilla y luego inclina los dedos del pie hacia afuera. Dobla la rodilla izquierda en un ángulo de 90 grados y estira los brazos por encima de la cabeza. Mantén esta postura durante 5-10 segundos y repite con la otra pierna.
Es posible que te sientas aturdido a lo largo del día mientras estás sentado en la oficina. Su escritorio es en realidad un gran lugar para trabajar en alguna actividad física.
- Flexiones de silla: Mientras está sentado, agarre los brazos de la silla y empuje hacia arriba unas 10 veces.
- Dé un paseo: Abandone su escritorio y dé un paseo de 10 minutos al aire libre con sus compañeros de trabajo. La naturaleza es energizante; el aire fresco del invierno o la brisa cálida del verano pueden darle el impulso que necesita para pasar la tarde.
- Respire profundamente: Pon una mano en el pecho y la otra en el abdomen. Respira lenta y profundamente. Esto aumenta el flujo de oxígeno a la sangre y también ayuda con el estrés.
- Consulta estos consejos para aprovechar al máximo el entrenamiento en la pausa del almuerzo.
Equilibrar la vida familiar con tus objetivos de bienestar
Como padre, es difícil dar prioridad a tu propio bienestar cuando eres responsable del bienestar de los niños. La solución: Haz que tu familia se involucre en tu estilo de vida saludable y en tus hábitos para aumentar la energía. Cuanto más lo haga divertido e interesante para toda la familia, mejor.
- Para los niños: Haz que comer sano sea divertido. Pídeles que dibujen un arco iris y que identifiquen las frutas y verduras de cada color. Cuando coman todos los colores del arco iris, recompénselos con una pegatina o un pequeño premio.
- Para los adolescentes: Compara sus cuerpos con coches deportivos. Explique que la comida sana es un combustible de alto octanaje y que este combustible optimizará su funcionamiento favoreciendo el éxito escolar y deportivo. Además, les mantendrá alejados del taller de reparación (es decir, de la consulta del médico).
- Para toda la familia:
- La mayoría de las familias se relajan alrededor del televisor después de la cena. Aproveche esta oportunidad para unir a la familia y hacer ejercicio. Coloque pequeñas mancuernas, colchonetas de yoga y rodillos de espuma en una cesta en la sala de estar, y cree el hábito de hacer ejercicio con su familia para terminar la noche.
- Adapte un hábito de sueño saludable. Implante una hora de acostarse consistente como parte de la rutina nocturna de su familia.
El Dr. Giles subraya la necesidad de priorizar el tiempo de inactividad y no programarse en exceso.
«Cuanto más nos metamos en un ritmo, más equilibrados estaremos», dice el Dr. Giles. «No sólo nos ayuda con la energía, sino que nos ayuda a estar más sanos».
Por último, es importante asegurarse de que su fatiga no está causada por un problema de salud subyacente, como la anemia o un trastorno de la tiroides. Si la fatiga persiste después de modificar el estilo de vida, consulte a su médico.