Paso 3
Inmovilice su puerta utilizando el tope para que pueda cepillar sin que la puerta se mueva. Si encuentra que la puerta todavía se tambalea, utilice un segundo tope en el otro lado de la puerta.
Paso 4
Si está cepillando un borde vertical, afile con la veta de la madera. Si está trabajando en un borde horizontal, comience en los bordes exteriores y trabaje hacia el centro.
Asegúrese de aplicar una presión firme pero ligera en su cepillo (Mi cepillo de madera favorito es el Bosch 18V Cordless Planer ) para no afeitar demasiado o ranurar la madera por error. Recuerde: a diferencia del pelo, la madera recortada no vuelve a crecer. Es mejor quitar menos y tener que hacer unas cuantas pasadas que quitar demasiado.
Si necesita quitar más de 1/8 de pulgada de la puerta, es posible que tenga que utilizar una lijadora de banda o una cepilladora eléctrica. Sin embargo, tenga en cuenta que, aunque el trabajo será más sencillo y rápido, tendrá menos control. Muévase con cuidado y despacio cuando utilice herramientas eléctricas para no crear gubias o hundimientos.
Paso 5
Una vez que haya cepillado la cantidad necesaria del lado problemático, ábralo y ciérrelo unas cuantas veces. Si ve que todavía se pega, afile un poco más. Continúe abriendo y cerrando la puerta y afeitando hasta que ya no se pegue.
Lijar la sección que ha cepillado, luego imprimarla y por último pintarla. Deje secar la puerta y asegúrese de colocar un tope para que la puerta no se cierre involuntariamente mientras se seca.