Antes de que sigas leyendo y obtengas un doctorado en el campo de la bendita ignorancia, dime si alguna vez te has encontrado en una situación en la que has querido ignorar a alguien por el que sientes muchísimo cariño. Puede llegar a ser bastante complicado y doloroso, ¿verdad?
En primer lugar, todos tenemos razones para ignorar a ese alguien. Puede ser por su comportamiento, por una dura discusión o por un simple rechazo. Y no siempre necesitamos una razón, ¿verdad? La falta de atención también puede desencadenarla; la mayoría de las veces es lo que ocurre en mi caso, por cierto.
Si es así, te entiendo hermano. Es uno de los sentimientos más molestos del mundo. Tenemos a esa persona agregada en nuestras redes sociales y necesitamos ignorarla, pero tristemente, Snapchat nos mantiene al tanto de su divertida noche con el escuadrón, Instagram nos cuenta de su elegante cita nocturna para cenar y WhatsApp sigue mostrando su estado. Y no es que puedas cerrarlos todos. Entonces, ¿qué se supone que debemos hacer? Queremos tanto su atención, pero debido a nuestro reciente rencor, no podemos ni siquiera enviar un mensaje de texto porque bueno, el ego y ese sentido de autoestima.
Y mientras seguimos pensando de más, estas redes sociales nos siguen recordando a ellos. Tampoco podemos borrarlos, porque será «demasiado querer» e infantil. Además, siempre queremos lo mejor de los dos mundos: recibir todas las actualizaciones y, al mismo tiempo, estar en paz.
Aquí tienes algunos consejos para lanzar bien ese hechizo de la ignorancia.