Espera, ¿es eso una araña? No, este simpático pequeñín es una cría de cangrejo ermitaño. Estas delicadas criaturas pasarán toda su vida en la protección de un caparazón. ¿Y adivinen qué? ¡Los caparazones ni siquiera son suyos! Los cangrejos ermitaños comienzan su vida en el océano, aunque puede que los hayas visto en tiendas de animales, o incluso en tu casa como mascota!

¡Los cangrejos ermitaños hembra ponen miles de huevos! Lleva sus huevos mientras maduran, y los huevos cambian de color de rojo ladrillo a gris oscuro. La madre incuba sus huevos en el océano, y después de sufrir algunos cambios finalmente pueden sobrevivir en tierra.

Las crías de los cangrejos ermitaños pasan por varias etapas en su vida temprana. Cuando se depositan en el océano se les conoce como zoea. En esta etapa de la vida, parecen larvas y, a veces, se las comen los peces… ¡vaya! En aproximadamente un mes, las crías de los cangrejos ermitaños pasan a la segunda fase de su vida, conocida como glaucothoe o magelops. En esta fase, estas crías desarrollan patas y accesorios. Están listos para empezar a buscar un caparazón, que será su hogar. En la última etapa se les conoce como cangrejo juvenil, y son capaces de permanecer en la costa, donde continúan creciendo.

Después de pasar por todas estas etapas, los cangrejos ermitaños comienzan a parecerse al resto de su especie. La mayoría de ellos tienen un vientre largo y enrollado que comprende la parte blanda de su cuerpo. Para protegerse de los depredadores, esconden la parte blanda de su cuerpo en caparazones vacíos. También tienen garras, una de las cuales es siempre más grande que la otra. La pinza más pequeña la utilizan para limpiar o comer, mientras que la más grande la utilizan para defenderse.

Los cangrejos ermitaños suelen vivir en colonias de varios cientos. Pueden vivir en las profundidades del mar, en arrecifes poco profundos o en zonas tropicales con acceso al agua. El acceso al océano es necesario para continuar el proceso de reproducción.

Los cangrejos ermitaños pueden mantenerse como mascotas en su casa. Si tiene un cangrejo ermitaño como mascota, debe vigilarlo, proporcionarle caparazones más grandes para que crezca y cuidarlo bien para que pueda decorar su acuario durante mucho tiempo.

Cuidados del cangrejo ermitaño

Cuidar de un cangrejo ermitaño es fácil y puede ser muy gratificante si se hace correctamente. Los cangrejos ermitaños necesitan una temperatura de hábitat de al menos 75 grados F. Sin este ambiente cálido y húmedo, podrían morir muy rápidamente. A los cangrejos ermitaños les encanta enterrarse en la arena o en la grava, así que asegúrese de que pueden cubrirse completamente en la arena si deciden que quieren escapar de la realidad durante un tiempo.

A diferencia de su nombre, los cangrejos ermitaños no deben mantenerse solos como mascotas. Son animales muy sociables y les encanta trepar y arrastrarse unos sobre otros. Dos cangrejos ermitaños forman una buena familia. Aloja a tus amigos en un acuario de al menos 10 galones con arena y una luz si es necesario. A los cangrejos ermitaños les encanta trepar y jugar con juguetes. Les gustará la madera a la deriva, las macetas o las plantas de plástico. Sólo asegúrese de que el hábitat sea a prueba de escapes.

Pruebe a alimentarlos con comida para cangrejos ermitaños de su tienda local de mascotas y no olvide sustituir la dieta de su bebé cangrejo ermitaño por golosinas como frutas tropicales frescas, verduras de todo tipo o carnes selectas que sean secas y carezcan de especias.

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