El planeta se está calentando, las industrias están bombeando más agua salada al medio ambiente y, cuando llegue la guerra del agua, el agua potable será más valiosa que el oro (lo has oído aquí primero).
Por eso, la capacidad de desalinizar el agua de forma rápida y sencilla ha sido durante mucho tiempo un objetivo de los científicos de todo el mundo. Y ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia cree haber encontrado la manera de hacerlo.
El proceso se denomina extracción por solvente con cambio de temperatura y está diseñado para purificar salmueras hipersalinas (agua que contiene una alta concentración de sales, lo que la hace hasta siete veces más salada que el agua de mar). Este tipo de agua residual se produce en los procesos industriales y durante la producción de petróleo y gas, y supone un importante riesgo de contaminación para las aguas subterráneas.
El equipo de investigación, dirigido por Ngai Yin Yip, profesor asistente de ingeniería de la tierra y el medio ambiente de Columbia, mezcló un disolvente (teñido de rojo) con una muestra de salmuera hipersalina (teñida de azul).
Los líquidos parecen permanecer separados en el frasco, pero después de calentarlos, y luego decantar el disolvente rojo en otro frasco para calentarlo por separado, el equipo se quedó con una capa de agua clara.
Aunque la ciencia es complicada, el vídeo de arriba muestra el proceso de una forma bastante sencilla (no se necesita un doctorado en química).
Lo más emocionante del proceso son sus implicaciones. El equipo fue capaz de eliminar hasta el 98,4% de la sal, lo que es comparable al actual proceso «estándar de oro», la ósmosis inversa. Pero a diferencia de la ósmosis inversa u otros métodos de desalinización, este proceso no requiere altas temperaturas o altas presiones – sólo un calor de bajo grado de menos de 70 C (158 F).
Y eso lo convierte en un cambio de juego — tanto para el tratamiento de aguas residuales como para la creación de agua potable apta para el consumo humano.
«TSSE podría ser una tecnología disruptiva», dijo Yip. «Es eficaz, eficiente, escalable y puede funcionar de forma sostenible».
Puede leer el estudio completo en la revista Environmental Science & Technology Letters, o leer el resumen más breve aquí.