Así es como se comprueba la precisión de un termostato y se limpia si es necesario:
Paso 1: Pegue el termómetro de tubo de vidrio a la pared a unos centímetros del termostato. Acolche el termómetro con una toalla de papel para evitar que toque la pared. Asegúrese de que ni el termómetro ni el termostato se vean afectados por ninguna influencia de la temperatura exterior. En algunas casas, el agujero en la pared detrás del termostato por el que entran los cables es demasiado grande, lo que permite que el aire frío llegue al termostato y afecte a su lectura.
Aviso
Paso 2: Espere unos 15 minutos para que el mercurio se estabilice. Luego compare la lectura del termómetro con la lectura de la aguja del termostato.
Paso 3: Si la variación es de más de un grado, compruebe si el termostato está sucio. Para examinar el termostato, retire la placa frontal, que suele estar sujeta por un cierre a presión o de fricción. Sople el polvo que haya en su interior. No utilice una aspiradora; su succión es demasiado grande. Si el termostato tiene puntos de contacto accesibles, frote un billete de dólar nuevo entre ellos para limpiar estos puntos. No utilice papel de lija ni tela de esmeril. Si el elemento está enrollado, utilice un cepillo suave para limpiarlo.
Paso 4: Si el termostato tiene una ampolla de mercurio en su interior, utilice un nivel para asegurarse de que la unidad está recta. Si el termostato no está recto, afloje los tornillos de montaje y ajuste el termostato hasta que esté nivelado. A continuación, vuelva a apretar los tornillos.
Paso 5: Después de limpiar el termostato, compruébelo de nuevo con un termómetro de vidrio, como se detalla en los pasos 1 y 2. Si el termostato sigue sin estar bien calibrado, debe ser sustituido como se detalla a continuación.
Consulte la siguiente sección para ver consejos y técnicas sobre cómo sustituir un termostato.