La reflexión difusa ideal resulta en una luminancia igual en todas las direcciones en el semiplano adyacente a la superficie. Esta forma ideal de reflexión difusa se denomina reflectancia lambertiana. Estas superficies reflectantes ideales son hipotéticas, y las superficies reflectantes reales son anisótropas, reflejando más en ciertas direcciones que en otras. Las superficies con un alto grado de eficiencia difusiva incluyen el yeso, el papel, el mármol blanco y los polvos de talco.
La reflexión especular es exhibida por un espejo o una superficie de agua tranquila, donde los rayos de luz incidentes coherentes son reflejados coherentemente de acuerdo con la ley de la reflexión. El ángulo de incidencia y el ángulo reflejado son iguales en la reflexión especular perfecta. Toda reflexión obedece a la ley de la reflexión, pero la reflexión difusa da lugar a la dispersión porque los ángulos de reflexión de cada parte del material son diferentes debido a la orientación aleatoria de la superficie.
Incluso las pequeñas imperfecciones de la superficie hacen imposible la reflexión especular perfecta, por lo que cualquier reflexión de una superficie real siempre será una combinación de difusa y especular. La reflexión difusa se utiliza en aplicaciones de iluminación ambiental, como las bombillas de vidrio esmerilado, mientras que la reflexión especular se utiliza en aplicaciones ópticas, como los microscopios y telescopios.