Palmas de las manos
Asegúrate de estar sentado cómodamente. Apoye los brazos en una superficie plana, cierre los ojos y luego coloque las palmas de las manos sobre los ojos. Debe estar completamente a oscuras. Ahora inhale y exhale lenta y deliberadamente durante uno o dos minutos. Una vez hecho esto, retire lentamente las manos y vuelva a abrir los ojos.
Ejercicio en cuatro direcciones
Siéntese cómodamente y mantenga la cabeza recta. Luego, moviendo sólo los ojos y no la cabeza, mire todo lo que pueda en las cuatro direcciones durante dos o tres segundos cada una: arriba, abajo, izquierda y luego derecha. Repítalo tres veces.
Masaje en la cuenca del ojo
Un suave masaje es muy relajante para los ojos. Con las puntas de los pulgares, masajee la zona de debajo de las cejas -desde la parte superior de la nariz hasta el borde del párpado- con un movimiento circular.
Ejercicio de relajación de los ojos
Siéntese con la espalda recta y estire un brazo delante de la nariz con el pulgar apuntando hacia arriba. Ahora elige cinco objetos: la punta de la nariz, el brazo extendido, el pulgar y otros dos objetos de la habitación que estén más alejados. Mira cada objeto por turnos, descansando la mirada en cada uno de ellos durante unas cuantas respiraciones. Por último, termine mirando a lo lejos.
Ejercicio de acomodación
Mantenga el dedo índice derecho a la altura de los ojos, a medio brazo de distancia de los mismos. Mantenga el dedo índice izquierdo a unos 15 centímetros detrás de él. Con un ritmo constante, mire de un dedo al otro. Haga esto durante un minuto.
Ejercicio de la mariposa (para prevenir la sequedad ocular)
Mire hacia delante con la cabeza recta y relaje los músculos faciales y la mandíbula inferior. A continuación, abra y cierre ambos párpados hasta 20 veces. Mantenga los músculos relajados todo el tiempo: los párpados deben moverse suavemente y sin esfuerzo, como las alas de una mariposa.