La gota es en realidad una forma de artritis que afecta comúnmente al dedo gordo del pie en los hombres. Puede causar un dolor ardiente y repentino en una de sus articulaciones, o rigidez e hinchazón en una o más articulaciones. Los ataques de gota pueden repetirse si no se trata. Con el tiempo, los ataques de gota pueden causar daños a largo plazo en los tendones, las articulaciones y los tejidos blandos.

El ácido úrico es la causa

Cuando hay un exceso de ácido úrico en la sangre se llama gota. Normalmente, tener demasiado ácido úrico en la sangre no es perjudicial. De hecho, muchas personas con niveles elevados en la sangre nunca lo saben. Cuando los niveles de ácido úrico en la sangre son extremadamente altos, el ácido úrico puede empezar a formar cristales. Estos cristales se forman con mayor frecuencia en las articulaciones, especialmente en las del dedo gordo del pie. Las probabilidades de sufrir el dolor de la gota son mayores si se tiene sobrepeso, se bebe una cantidad excesiva de alcohol o se sigue una dieta a base de carne y pescado con un alto contenido en sustancias químicas denominadas purinas.

El dolor y la hinchazón son las cartas de presentación de la gota

Los signos más frecuentes de un ataque de gota son la hinchazón, la sensibilidad, el enrojecimiento y un dolor agudo en el dedo gordo del pie. Estos ataques son más frecuentes por la noche, cuando se está sentado y tumbado sobre la espalda. Aunque la gota suele manifestarse en el dedo gordo del pie, también puede experimentar ataques de gota en el pie, el tobillo o las rodillas. Los ataques pueden ser cortos o largos, desde unos pocos días hasta semanas, y es posible que no tenga otro ataque durante meses o años.

Llevar una vida sin gota

Para evitar los ataques de gota, su médico especialista en gota puede recetarle un medicamento para reducir la acumulación de ácido úrico en la sangre. En la mayoría de los casos, los pacientes toman este medicamento durante toda su vida, pero hay cosas que puede hacer para reducir las posibilidades de necesitar una medicación de por vida. Preste especial atención a lo que come. Esto puede ayudarle a controlar la acumulación y el ácido úrico y a reducir la frecuencia y duración de sus ataques de gota. Coma cantidades adecuadas de una variedad saludable de alimentos para mantener su peso bajo control y obtener la nutrición que necesita. Intente evitar las comidas frecuentes o diarias a base de carne, marisco y alcohol. Como siempre, debe beber mucho líquido, especialmente agua.

Tratamiento de un ataque de gota

Los métodos para detener un ataque de gota pueden variar en función de la gravedad del dolor. Su médico ortopédico puede darle una inyección de corticosteroides. También puede recetar otros tipos de medicamentos diseñados específicamente para tratar la gota. Para aliviar el dolor durante un ataque de gota, descanse la articulación que le duele. También se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para ayudar a reducir el dolor. La buena noticia es que, tras el tratamiento, el alivio del dolor y las molestias de un ataque de gota suele comenzar en 24 horas. Es importante que siga concertando una cita con su médico ortopédico aunque el dolor de la gota haya desaparecido. La acumulación de ácido úrico que provocó el ataque de gota puede seguir dañando las articulaciones. Un médico ortopédico le ayudará a aliviar el dolor de los ataques de gota y a aprender formas de prevenir los brotes en el futuro.

Esta información no pretende ofrecer consejos o tratamiento para una situación específica. Consulte a su médico y a su equipo médico para obtener información y planes de tratamiento sobre su(s) condición(es) específica(s).

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