Entre las impresionantes islas de Palau, un lago sin salida al mar repleto de enjambres de medusas vuelve a estar listo para recibir a los ávidos viajeros.

El buceo en el Lago de las Medusas es una actividad muy popular entre los turistas de Palau. Imagen de ©BlueOrange Studio/

El lago de las medusas de Ongeim’l Tketau es un popular lugar turístico repleto de medusas inofensivas, donde los buceadores nadan entre los enjambres de criaturas flotantes sin sufrir daños. Aunque antaño albergaba millones de medusas, la población disminuyó drásticamente allá por 2016 como consecuencia de una sequía.

Un buceador nadando entre las medusas no venenosas del Lago de las Medusas en Palaos. Image by wildestanima/Getty Images

Ahora, el gobierno de Palau ha anunciado que el seguimiento que está realizando la Fundación de Investigación de Arrecifes de Coral (CRRF, por sus siglas en inglés) ha descubierto que la población está repuntando. Una cuestión similar ocurrió tras una sequía en 1998 y la población de medusas se recuperó. Ahora, según las condiciones actuales y la continua recuperación, el lago de medusas Ongeim’l Tketau tiene «un número suficiente de medusas para ofrecer a los visitantes una experiencia de calidad», según un comunicado del gobierno. El lago de las medusas está abierto, pero la administración seguirá aplicando medidas de protección y sostenibilidad del lugar. Los viajeros también deben tener en cuenta que se requiere un permiso para visitar el lugar.

Millones de medusas doradas (Mastigias papua etpisonii) viven en un mar aislado como en Palaos. Estas medusas son subespecies endémicas y hay cinco lagos en Palau con diferentes subespecies. Imagen de ©Ethan Daniels/

Palau ha trabajado en los últimos años para proteger su increíble entorno. Con sus impresionantes aguas y su vida marina como uno de los principales atractivos turísticos, Palau fue noticia el año pasado cuando anunció que prohibiría los protectores solares que son perjudiciales para los arrecifes de coral. El gobierno aprobó una ley que dice que no se fabricarán, importarán o venderán en Palau protectores solares tóxicos para los arrecifes a partir del 1 de enero de 2020, y otra ley que prohíbe a los turistas traerlos desde fuera del país. La nación insular también introdujo el Compromiso de Palaos, que exige a los visitantes que firmen un compromiso a su llegada en el que declaran que se comportarán de forma que se proteja el patrimonio natural y cultural del país.

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