Las erupciones cutáneas en los niños son comunes y no suelen ser motivo de preocupación. La mayoría de los sarpullidos son inofensivos y desaparecen sin necesidad de tratamiento.
Sin embargo, acuda a su médico de cabecera si su hijo tiene un sarpullido y parece no estar bien, o si está preocupado. El médico podrá investigar la causa y recomendar el tratamiento necesario.
Esta página puede darle una mejor idea de lo que podría estar causando la erupción, pero no la utilice para autodiagnosticar la enfermedad de su hijo; acuda siempre a un médico de cabecera para obtener un diagnóstico adecuado.
Las causas más comunes de las erupciones en los niños son:
- celulitis
- varicela
- eczema
- eritema multiforme
- manos, fiebre aftosa
- impetigo
- queratosis pilar («piel de gallina»)
- sarampión
- molluscum contagiosum
- pitiriasis rosada
- calor espinoso
- psoriasis
- tiña
- escabiosis
- escarlatina
- síndrome de la mejilla abofeteada
- urticaria (ronchas)
La erupción cutánea de la meningitis también se trata en la página. Aunque la meningitis se ha vuelto menos común en los últimos años, es importante conocer la erupción y los demás signos y síntomas de la meningitis.
- Celulitis
- La varicela
- Eczema
- El eritema multiforme
- La enfermedad de manos, pies y boca
- El impétigo
- La queratosis pilar («piel de pollo»)
- El sarampión
- El molusco contagioso
- Pitiriasis rosada
- El sarpullido por calor (sarpullido por calor)
- La psoriasis
- La carcoma
- La sarna
- Fiebre escarlata
- Síndrome de la mejilla abofeteada
- Urticaria (ronchas)
Celulitis
La celulitis es una infección de las capas más profundas de la piel y del tejido subyacente. La zona afectada estará roja, dolorosa, hinchada y caliente. Suele afectar a las piernas, pero puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Es probable que su hijo también tenga fiebre.
Consulte inmediatamente a su médico de cabecera si una zona de la piel de su hijo se vuelve repentinamente roja, caliente y sensible. Si no puede ver a su médico de cabecera el mismo día, acuda a un centro de atención ambulatoria o a una unidad de lesiones menores.
La celulitis suele diagnosticarse evaluando los síntomas y examinando la piel. Suele responder bien al tratamiento con antibióticos.
La varicela
La varicela es una enfermedad vírica que la mayoría de los niños contraen en algún momento. Afecta más comúnmente a los niños menores de 10 años.
Una erupción de manchas que pican se convierte en ampollas llenas de líquido. Se forman costras que, al cabo de un tiempo, se desprenden. Algunos niños sólo tienen unas pocas manchas, mientras que otros las tienen en todo el cuerpo. Es más probable que las manchas aparezcan en la cara, las orejas y el cuero cabelludo, debajo de los brazos, en el pecho y el vientre, y en los brazos y las piernas.
No existe un tratamiento específico para la varicela, pero se pueden tomar medidas para aliviar los síntomas. Por ejemplo, el paracetamol puede ayudar a aliviar la fiebre (no se debe dar aspirina a los menores de 16 años), y la loción de calamina y los geles refrescantes pueden utilizarse para aliviar el picor.
Más información sobre el tratamiento de la varicela.
Eczema
El eczema es una afección de larga duración que hace que la piel pique, se enrojezca, se reseque y se agriete. El tipo más común es el eczema atópico, que afecta principalmente a los niños pero puede continuar en la edad adulta.
El eczema atópico se desarrolla comúnmente detrás de las rodillas o en los codos, cuello, ojos y orejas. No es una afección grave, pero si el niño se infecta con el virus del herpes simple, puede hacer que el eczema se convierta en un brote de pequeñas ampollas llamado eczema herpeticum, y causará fiebre.
Alrededor de uno de cada cinco niños en el Reino Unido tiene eczema, y en ocho de cada 10 casos se desarrolla antes de los cinco años, a menudo antes del primer cumpleaños del niño.
Lea sobre el tratamiento del eczema atópico.
El eritema multiforme
El eritema multiforme es una erupción cutánea (normalmente leve) que está causada por una reacción alérgica al virus del herpes simple.
Las manchas parecen dianas, con un centro rojo oscuro y un anillo más pálido alrededor. Las manos o los pies tienden a verse afectados en primer lugar, seguidos de las extremidades, la parte superior del cuerpo y la cara.
Es probable que su hijo se sienta mal y tenga fiebre, que debería poder tratar con medicamentos de venta libre. Pueden pasar de dos a seis semanas antes de que se sienta mejor. Acuda a su médico de cabecera si su hijo tiene una erupción y parece que no se encuentra bien.
En casos raros, el eritema multiforme puede ser desencadenado por una reacción a ciertos medicamentos, como un antibiótico o un anticonvulsivo. Esta forma más grave se denomina síndrome de Stevens-Johnson y puede poner en peligro la vida.
La enfermedad de manos, pies y boca
La enfermedad de manos, pies y boca es una infección común y contagiosa que provoca úlceras en la boca y manchas y ampollas en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Es más frecuente en los niños pequeños (sobre todo en los menores de 10 años), pero también puede afectar a los niños mayores y a los adultos.
La enfermedad de manos, pies y boca no tiene cura y se contagia con facilidad, por lo que debes mantener a tu hijo alejado de la escuela o la guardería hasta que mejore. El sistema inmunitario de tu hijo luchará contra el virus y debería desaparecer al cabo de unos siete o diez días.
Asegúrate de que tu hijo bebe mucho líquido y, si le resulta incómodo comer y tragar, dale alimentos blandos, como puré de patatas, yogur y sopa.
El impétigo
El impétigo es una infección cutánea común y muy contagiosa que provoca llagas y ampollas. No suele ser grave y suele mejorar en una semana de tratamiento. Hay dos tipos de impétigo: bulloso y no bulloso.
El impétigo bulloso suele afectar al tronco (la zona del cuerpo entre la cintura y el cuello), y provoca ampollas llenas de líquido que se revientan al cabo de unos días para dejar una costra amarilla.
El impétigo no bulloso suele afectar a la piel que rodea la nariz y la boca, causando llagas que se revientan rápidamente y dejan una costra amarilla-marrón.
Consulte a su médico de cabecera si cree que su hijo tiene impétigo. Se le recetarán antibióticos, en forma de crema o comprimidos. Esto debería reducir la duración de la enfermedad a unos siete o diez días.
La queratosis pilar («piel de pollo»)
La queratosis pilar es una afección cutánea común e inofensiva. La piel de la parte posterior de la parte superior de los brazos se vuelve áspera y llena de bultos, como si estuviera cubierta de piel de gallina permanente. A veces, también pueden verse afectadas las nalgas, los muslos, los antebrazos y la parte superior de la espalda.
La queratosis pilar suele comenzar en la infancia y empeora durante la pubertad. Algunas personas encuentran que mejora después de esto y puede incluso desaparecer en la edad adulta.
No hay cura para la queratosis pilar, y a menudo mejora por sí sola sin tratamiento. Sin embargo, hay algunas medidas que puede tomar que pueden mejorar la erupción de su hijo, como el uso de limpiadores sin jabón en lugar de jabón, y un emoliente para hidratar su piel. Su médico de cabecera o su farmacéutico podrán recomendarle una crema adecuada.
El sarampión
El sarampión es una enfermedad muy infecciosa que afecta sobre todo a los niños pequeños. Actualmente es poco frecuente en el Reino Unido debido a la eficacia de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR).
La erupción del sarampión consiste en manchas de color rojo-marrón. Suele empezar en la cabeza o en la parte superior del cuello y luego se extiende al resto del cuerpo. Su hijo también puede tener fiebre y síntomas parecidos a los del resfriado.
Llame inmediatamente a su médico de cabecera si cree que su hijo tiene sarampión. Es mejor llamar por teléfono antes de ir a la consulta porque es posible que ésta tenga que tomar medidas para reducir el riesgo de contagio a otras personas.
El sarampión suele pasar en unos siete o diez días sin causar más problemas. El paracetamol o el ibuprofeno pueden utilizarse para aliviar la fiebre, los dolores y las molestias (no se debe dar aspirina a los menores de 16 años). Además, asegúrese de que su hijo beba mucha agua para evitar la deshidratación.
Lea más sobre el tratamiento del sarampión.
El molusco contagioso
El molusco contagioso es una infección vírica de la piel que provoca la aparición de grupos de manchas pequeñas, firmes y elevadas en la piel.
Afecta comúnmente a niños pequeños de uno a cinco años, que tienden a contraerla tras un contacto físico estrecho con otro niño infectado.
La afección suele ser indolora, aunque algunos niños pueden experimentar algo de picor. Suele desaparecer en 18 meses sin necesidad de tratamiento.
El molusco contagioso es altamente infeccioso. Sin embargo, la mayoría de los adultos son resistentes al virus, lo que significa que es improbable que se contagien si entran en contacto con él.
Pitiriasis rosada
La pitiriasis rosada es una afección cutánea relativamente común que provoca una erupción temporal de manchas rojas y escamosas elevadas en el cuerpo. La mayoría de los casos se dan en niños mayores y adultos jóvenes (entre 10 y 35 años).
La erupción puede ser muy pruriginosa. En la mayoría de los casos, desaparece sin tratamiento en 2 a 12 semanas, aunque en casos raros puede durar hasta cinco meses.
Pueden utilizarse emolientes, cremas con esteroides y antihistamínicos para ayudar a aliviar el picor. El sarpullido no suele dejar cicatrices, aunque a veces la piel puede decolorarse después.
El sarpullido por calor (sarpullido por calor)
El sarpullido por calor (sarpullido por calor), también conocido como miliaria, es un sarpullido con picor de pequeñas manchas rojas elevadas que provoca una sensación de escozor o pinchazo en la piel.
Se produce cuando los conductos sudoríparos de la capa externa de la piel (epidermis) están obstruidos. Puede aparecer un sarpullido por calor en cualquier parte del cuerpo, pero la cara, el cuello, la espalda, el pecho o los muslos se ven afectados con mayor frecuencia.
Los bebés pueden sufrir a veces un sarpullido por calor si sudan más de lo habitual, por ejemplo, cuando hace calor y hay humedad o si están demasiado vestidos. No es una afección grave y rara vez requiere un tratamiento específico.
La psoriasis
La psoriasis es una afección cutánea de larga duración (crónica) que provoca manchas rojas, escamosas y costrosas en la piel cubiertas de escamas plateadas.
La gravedad de la psoriasis varía mucho de una persona a otra. Para algunas personas, es sólo una irritación menor, pero para otras puede tener un gran impacto en su calidad de vida.
No existe cura para la psoriasis, pero hay una serie de tratamientos que pueden ayudar a mejorar los síntomas y el aspecto de las manchas cutáneas. Por ejemplo, los corticosteroides tópicos son cremas y ungüentos que pueden aplicarse sobre la piel.
La carcoma
La carcoma es una infección de la piel por hongos muy infecciosa que provoca una mancha roja o plateada en forma de anillo en la piel que puede ser escamosa, estar inflamada o picar.
La carcoma suele afectar a los brazos y las piernas, pero puede aparecer en casi cualquier parte del cuerpo. Otras infecciones fúngicas similares pueden afectar al cuero cabelludo, los pies, la ingle y las uñas.
La tiña suele tratarse fácilmente con medicamentos antimicóticos, que se pueden adquirir en una farmacia. La tiña del cuero cabelludo puede causar descamación y parches de pérdida de cabello. Se trata con comprimidos antimicóticos, a menudo combinados con un champú antimicótico.
La sarna
La sarna es una afección cutánea contagiosa que produce un intenso picor. Está causada por diminutos ácaros que se introducen en la piel.
En los niños, la sarna suele propagarse a través de periodos prolongados de contacto piel con piel con un adulto o un niño infectado, por ejemplo, durante los juegos de lucha o los abrazos.
A los ácaros les gustan los lugares cálidos, como los pliegues de la piel, entre los dedos, bajo las uñas o alrededor de los pliegues de las nalgas. Dejan pequeñas manchas rojas, que suelen aparecer en las palmas de las manos o en las plantas de los pies. En los bebés, las ampollas suelen aparecer en las plantas de los pies.
Consulte a su médico de cabecera si cree que su hijo tiene sarna. No suele ser una afección grave, pero hay que tratarla. Su médico de cabecera le recetará una loción o crema. Más información sobre el tratamiento de la sarna.
Fiebre escarlata
La fiebre escarlata es una infección bacteriana muy contagiosa que suele afectar a niños de entre dos y ocho años de edad. Provoca una erupción distintiva de color rosa-rojo, que se siente como papel de lija al tacto y puede picar.
A menudo comienza con dolor de garganta, fiebre y dolor de cabeza, y la erupción se desarrolla de dos a cinco días después de la infección. La erupción suele aparecer en el pecho y el estómago antes de extenderse a otras zonas del cuerpo, como las orejas y el cuello.
La fiebre escarlata suele desaparecer al cabo de una semana, pero acuda a su médico de cabecera si cree que su hijo puede tenerla. Se utilizan antibióticos para tratarla (a menudo se utilizan antibióticos líquidos, como la penicilina o la amoxicilina, para tratar a los niños).
Síndrome de la mejilla abofeteada
El síndrome de la mejilla abofeteada -también conocido como quinta enfermedad o parvovirus B19- es una infección vírica frecuente en niños de entre seis y diez años.
Provoca una erupción distintiva de color rojo brillante en ambas mejillas. Puede tener un aspecto alarmante, pero suele desaparecer por sí sola en un plazo de una a tres semanas.
A menos que su hijo se encuentre mal, no es necesario que se ausente del colegio. Una vez que aparece la erupción, la infección deja de ser contagiosa. Sin embargo, es una buena idea notificar a la escuela de su hijo acerca de la infección.
Urticaria (ronchas)
La urticaria -también conocida como roncha, llagas, ronchas o erupción de ortiga- es una erupción elevada y con picor que puede afectar a una parte del cuerpo o extenderse por grandes áreas. Es una reacción cutánea común que suele afectar a los niños.
La urticaria se produce cuando un desencadenante hace que se liberen altos niveles de histamina y otros mensajeros químicos en la piel. Estas sustancias hacen que los vasos sanguíneos de la piel se abran, dando lugar a un enrojecimiento o coloración rosada, así como a hinchazón y picor.
Hay muchos desencadenantes posibles de la urticaria, incluidos los alérgenos, como los alimentos o el látex, los irritantes, como las ortigas, los medicamentos y los factores físicos, como el calor o el ejercicio. A veces, no puede identificarse una causa.
La erupción suele ser de corta duración y leve, y a menudo puede controlarse con antihistamínicos.