Tratamiento

Hoy en día se realiza un tratamiento funcional, es decir, una inmovilización con algún tipo de tobillera especial o bota que le permita al paciente realizar rehabilitación en forma paralela a la medida de inmovilización. De esta manera disminuye menos la masa muscular, no pierde tanto rango articular, mejora su respuesta al dolor y disminuye más rápido la inflamación.

El tratamiento va a depender del tipo de esguince que sea. En los grado I ó II, con mínimo compromiso ligamentoso, se usan métodos de inmovilización parcial con órtesis que son semirígidas. Esto le permite a la persona conservar la movilidad en extensión y en flexión, y por lo tanto va a caminar sin la posibilidad de torcerse el tobillo.

Si el paciente tiene demasiado dolor, es preferible usar en los primeros días una bota inmovilizadora, la cual permite que disminuya la inflamación y dolor para que cuando esté en condiciones de poder realizar una flexoextensión de tobillo en mejores condiciones, se pasa a cualquiera de las órtesis semirígidas. De esta manera puede seguir su rehabilitación y en el plazo de tres a cuatro semanas estará en condiciones de iniciar alguna actividad deportiva multidireccional.

Recuperación

El pronóstico de un esguince de tobillo es bastante bueno, aunque siempre existe la posibilidad de alguna complicación como la rigidez, dolores crónicos, los cuales deben ser estudiados si corresponden al esguince o alguna otra patología que haya sido omitida o no diagnosticada.

Normalmente las lesiones menores, como esguinces grado I ó II van a demorar alrededor del mes en volver a una actividad física competitiva y los grado III sobre los dos meses de evolución, siempre y cuando estén tratados correctamente.

Prevención

La mejor forma de prevenir es teniendo un adecuado estado físico, usar elementos de seguridad en los casos que lo requiera el deporte específico y existen algunos programas de ejercicios que ayudan a mejorar la estabilidad articular.

Reintegro Deportivo

Teniendo la certeza de haber sufrido un esguince de tobillo bien diagnosticado, clasificado según lesión, y bien tratado, indica el Dr. Rubén Ruiz, traumatólogo, podemos pensar en volver a usar esta articulación con seguridad. En general un esguince tiene buen pronóstico y se recupera en plazos de 1 o 2 semanas hasta 1 o 2 meses según severidad y tratamiento recibido. Si los plazos se extienden hay que considerar alguna lesión agregada.

¿Cuándo retornar? Considerar la presencia de:

Dolor en el sitio afectado.

Rangos de movilidad articular comparando con tobillo contralateral.

Seguridad en la marcha.

Confianza en el tobillo afectado

Autoevaluación simple:

Caminar en la punta de los pies, caminar en los talones.

Sostener el peso del cuerpo sobre un pie y luego sobre el otro.

Caminar sobre superficie inestable (cama elástica, colchoneta).

Son pruebas sencillas que se pueden realizar en casa y siempre comparando con tobillo sano, y que pueden dar una buena aproximación sobre la estabilidad del tobillo lesionado, su fuerza y flexibilidad.

Si se quiere obtener mayor seguridad sobre la real condición hay elementos objetivos para evaluar la articulación que pueden ir desde una ecografía de control para ver el grado de cicatrización de los ligamentos involucrados hasta pruebas funcionales antes del reintegro al deporte.

Dentro de estas pruebas están: Test de Reposicionamiento Articular en el que se evalúa la propiocepción (capacidad de percibir la posición y movilidad de músculos y articulaciones, permitiendo reacción y respuesta automática), Test de Retardo Electromecánico en el que se mide la capacidad de reacción para proteger la articulación ante frenados o desestabilización brusca, y también el Índice Postural Dinámico donde se mide la capacidad de recobrar la estabilidad al saltar en un pie. Estos exámenes y pruebas funcionales están disponibles en nuestro Centro MEDS.

¿Cómo retornar al deporte o actividada previa?

Sabemos que al sufrir una lesión luego queda el temor a padecerla nuevamente, por lo que siempre este retorno debe ser progresivo.

Debemos recordar las circunstancias que lo originaron: caminando, deporte, trabajo, escaleras, calzado, altura de los tacos. También revisar alguna causa predisponente: pie cavo, pie plano, lesiones previas, enfermedades neurológicas, patologías concomitantes, y en qué se puede influir o corregir.

En el caso de los deportes se debe comenzar en forma progresiva aumentando tiempo y exigencia de la actividad hasta llegar al rendimiento óptimo según la disciplina.

También se puede realizar un programa de reintegro deportivo kinésico en el que bajo supervisión profesional se puede ir logrando mayor rendimiento cuidando de no reagudizar la lesión, estimulando o regulando la ansiedad natural del paciente deportista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.