Perder la virginidad abre las puertas a un montón de beneficios para la salud, además de la dicha interminable que tiene reservada. Aunque ser sexualmente activo puede aliviar a las personas de muchos problemas de salud mental e incluso física, la vida cambia de muchas más maneras.
Para las mujeres, tener mucho sexo es sólo el comienzo, ya que sus cuerpos sufren varios cambios y la forma de ver la vida también se transforma. A continuación te presentamos seis grandes cambios que las mujeres experimentan en su cuerpo cuando comienzan a tener sexo.
1. Los pechos se vuelven más firmes
El cuerpo experimenta transformaciones directas, ya que el sistema nervioso que se excita lleva a la actividad de los vasos sanguíneos que conducen a la hinchazón de los pechos. Los pechos pueden aumentar hasta un 25% durante el sexo y un tiempo después. El tamaño y la firmeza pueden variar dependiendo del nivel de excitación.
Los pechos se vuelven más firmes y los pezones más sensibles (Foto: AFP)
2. Los pezones se vuelven más sensibles
Otro efecto de tener más sexo es que se desencadena un mayor flujo sanguíneo y tensión muscular en algunas zonas incluyendo el pezón y la areola que es la parte que rodea al pezón. Este proceso, llamado vasocongestión, hace que los pezones se endurezcan, se ponga la piel de gallina e incluso puede provocar un orgasmo. Pero los pezones se vuelven sensibles en general, lo que significa que pueden ponerse duros incluso cuando uno tiene un pensamiento erótico.
3. El mundo parece un lugar mejor
El sexo en realidad te hace más alegre y una vez más la oxitocina, acertadamente conocida como la hormona de la felicidad, es responsable de ello. Las mujeres liberan mucha más oxitocina que los hombres durante el sexo, y esto puede hacer que una persona se ponga de repente muy alegre. Mientras tanto, la dopamina hace que la gente tenga más confianza en sí misma y la testosterona puede hacerte más asertivo.
Acabas siendo una persona más feliz (Foto: AFP)
4. El clítoris y el útero aprenden a responder
Aunque la vagina puede parecer inactiva antes de perder la virginidad, te sorprenderá descubrir cómo puede aprender a funcionar expandiéndose y contrayéndose por sí misma. Antes y durante el coito, el clítoris se hincha y el útero se eleva un poco, algo que recuerdan hacer la próxima vez que tengan relaciones sexuales.
5. La elasticidad de la vagina cambia
Después de perder la virginidad, la vagina se adapta a la actividad estirándose un poco más que antes. Cuando estás lo suficientemente excitada, los labios de la vagina se abren para acoger lo que venga. Esto se añade a la memoria y la vagina se comporta en consecuencia a partir de entonces. Por eso, tener relaciones sexuales con frecuencia puede hacer que la penetración sea más cómoda.
La vagina aprende a estirarse más (Foto: YouTube)
6. La lubricación se siente completamente diferente
Después de que las mujeres empiezan a tener relaciones sexuales, la humedad no vuelve a ser la misma. Mientras que la masturbación puede hacer que una mujer se sienta mojada mientras va sola, la humedad que proviene de la excitación por parte de una pareja es mucho más intensa. Además, la lubricación sigue variando durante el resto de la vida de la persona, dependiendo del estado emocional y del ciclo menstrual.