DISCUSIÓN
Las fracturas por avulsión de la cresta ilíaca anterosuperior en apófisis abiertas son lesiones poco frecuentes, que se producen en pacientes jóvenes de 11 a 23 años.1-7 Son más frecuentes en los varones (una proporción de 13:1).6 Todos los pacientes descritos en la literatura practicaban deporte.4,6,8-10
Las fracturas de la cresta ilíaca anterosuperior siempre se producen como una lesión de inicio agudo, pero las fracturas crónicas por estrés, que pueden presentarse como apofisitis ilíaca,11 pueden ser factores predisponentes. Las lesiones por estrés suelen pasar desapercibidas en el momento de la presentación inicial.9 Muchos pacientes ni siquiera consultan al médico porque estas lesiones suelen autodiagnosticarse como distorsiones o lesiones musculares.8
La causa es un tirón repentino y enérgico de los músculos sartorio y tensor de la fascia lata hacia la espina ilíaca anterosuperior -por ejemplo, en los velocistas en la línea de salida3,6-8,10- que disloca el fragmento caudalmente y lateralmente.4,10 Debido a esta dislocación, estas lesiones pueden confundirse con una fractura de la espina ilíaca anterior inferior.4
Mensaje para llevar a casa
El dolor en la pelvis inmadura de los atletas juveniles debe considerarse siempre un problema grave que requiere un tratamiento concienzudo y cuidadoso para evitar daños secundarios en el esqueleto juvenil.
El centro de crecimiento apofisario es un punto débil del sistema esquelético, pero la fuerte periostra del atleta juvenil puede evitar la luxación del fragmento.5,8 Sin embargo, las lesiones repetitivas pueden acabar provocando una lesión aguda.
Se ha informado de la existencia de una mineralgia parestésica resultante de la tracción o compresión del nervio cutáneo lateral del fémur por el fragmento.1,7 Estas lesiones necesitan una intervención quirúrgica.
Las fracturas por avulsión de la espina ilíaca anterosuperior sin síntomas neurológicos pueden tratarse de forma conservadora, debido al corto recorrido benigno.4,8,9 La reducción abierta y la fijación interna pueden realizarse para luxaciones de más de 3 cm5,6,10,12 o en pacientes que requieran un corto período de reconvalecencia.3,10
Se destaca la importancia de tratar la «apofisitis» mediante una inmovilización más prolongada para evitar este tipo de fracturas por avulsión en el esqueleto inmaduro. Según la bibliografía,5,7 la inmovilización con muletas durante la primera semana es absolutamente necesaria. A continuación, debe transcurrir un período de dos a tres semanas de limitación de las actividades y de marcha con carga parcial de peso con el uso de muletas.