La gestión de la atención geriátrica integra la atención sanitaria y psicológica con otros servicios necesarios como: alojamiento, servicios de atención domiciliaria, servicios nutricionales, asistencia en las actividades de la vida diaria, programas de socialización, así como planificación financiera y legal (por ejemplo, bancos, fideicomisos). Tras una evaluación exhaustiva, se prepara un plan de cuidados adaptado a las circunstancias específicas, que se supervisa continuamente y se modifica según sea necesario. Una evaluación integral de los cuidados geriátricos es exhaustiva y puede durar entre dos y cinco horas, que se dividen, por supuesto, en dos o tres visitas de evaluación con el paciente y sus familiares. La evaluación integral es en realidad una compilación de evaluaciones individuales más pequeñas, siendo la primera una evaluación de entrada primaria que incluye datos de tipo demográfico, así como un historial de salud, un historial social y un historial legal/financiero. A partir de ahí, se incluye una evaluación del perfil de la medicación, así como una evaluación de las AVD (Actividades de la Vida Diaria) y las AIVD (Actividades Instrumentales de la Vida Diaria). Además, otras evaluaciones pueden incluir: la evaluación del riesgo de caídas, la evaluación de la seguridad en el hogar, la evaluación nutricional, la evaluación de la depresión, la evaluación del dolor, el miniexamen del estado mental (MMSE), el miniexamen del dibujo del reloj (evaluación cognitiva), la evaluación del equilibrio y la evaluación de la marcha (capacidad para caminar). Si la evaluación de la gestión integral de los cuidados geriátricos la lleva a cabo una enfermera titulada, puede incluirse una evaluación física, como los signos vitales que registran la temperatura, el pulso, la respiración, la presión arterial, la saturación de oxígeno y, a veces, los controles de FBS o RBS (azúcar en sangre en ayunas o al azar) para los diabéticos. Además, las evaluaciones físicas en áreas como la cardiopulmonar, la gastrointestinal, la musculoesquelética, la genitourinaria, los ojos/ojos/nariz/garganta, la tegumentaria (piel), la inspección de las extremidades inferiores, así como una evaluación neurológica modificada y la evaluación del cumplimiento de la medicación.