La pobreza del habla es un problema del habla que ocurre cuando el discurso de una persona es muy mínimo y típicamente debe ser incitado. La pobreza del habla no siempre es indicativa de un problema de salud mental, pero puede ser característica de la esquizofrenia y también puede ocurrir junto con otras condiciones de salud mental o como resultado de la ansiedad.
Causas y características de la pobreza del habla
Aunque en algunos casos las personas con pobreza del habla pueden no hablar en absoluto, la manifestación más común es un habla muy limitada. Este síntoma se caracteriza por la tendencia a hablar sólo cuando se les pide que lo hagan y a dar respuestas muy limitadas. Una persona puede, por ejemplo, responder a la pregunta «¿Cómo te sentiste cuando tu madre te gritó?» con un «mal». Cuando se le pide que proporcione más información mediante una pregunta de seguimiento, las respuestas serían igualmente limitadas.
La pobreza de palabra es un síntoma común de la esquizofrenia, y puede coexistir con la pobreza de contenido, un síntoma en el que una persona proporciona una amplia retroalimentación verbal que contiene poca información útil.
La pobreza de palabra también es común en las personas que experimentan angustia emocional, particularmente las personas deprimidas. Los niños también pueden experimentar este síntoma, especialmente después de un incidente traumático o cuando no se sienten cómodos en su entorno. Algunos retrasos en el desarrollo pueden causar pobreza del habla. Las personas con autismo, por ejemplo, pueden proporcionar una respuesta verbal muy limitada.
Tratamiento de la pobreza del habla
La pobreza del habla no siempre justifica un tratamiento. Las personas pueden experimentar el síntoma durante períodos de estrés o cuando se sienten incómodos. Sin embargo, cuando el síntoma es continuo, puede ser síntoma de una condición de salud mental subyacente. El tratamiento suele centrarse en tratar la causa de la falta de habla más que el síntoma en sí. Las personas con esquizofrenia suelen ser tratadas con medicamentos antipsicóticos, y también se les pueden recetar ansiolíticos y reguladores del estado de ánimo en función de sus síntomas específicos de esquizofrenia. Sin embargo, en los niños con retrasos en el desarrollo, la terapia ocupacional puede ayudar a tratar el síntoma en sí, enseñando a los niños habilidades sociales y del habla.