Los escorpiones, del orden Scorpiones, mudan varias veces dentro de su ciclo vital. A diferencia de los insectos, los escorpiones no ponen huevos. En su lugar, dan a luz a escorpiones jóvenes. Una vez que nacen los escorpiones, la madre carga con toda la cría en su espalda hasta su primera muda. Algunas personas se refieren erróneamente a ellas como larvas de escorpión, pero no es así. Como los escorpiones inmaduros se parecen a los adultos, se les llama ninfas. Larvas es el término que designa las fases inmaduras de los insectos entre el huevo y la pupa, como los gusanos de las moscas, que sufren una metamorfosis completa.
Los pedipalpos (o garras), las colas urticantes y otras características externas de un escorpión adulto ya están presentes en las crías cuando nacen.
Las ninfas de escorpión permanecen con su madre hasta que mudan por primera vez. Una hembra de escorpión suele parir entre 20 y 47 ninfas. Cuando las crías de escorpión dejan a su madre, comienzan a vivir por su cuenta. Por lo general, las ninfas de escorpión tardan de cinco a seis mudas en alcanzar su plena edad adulta.
Los escorpiones suelen tener una vida de entre tres y cinco años, dependiendo del entorno y de la disponibilidad de alimento. Sin embargo, se ha documentado que algunas especies de escorpiones pueden vivir hasta 15 años.