Hay varias opciones de tratamiento para las personas con síndrome de skeeter. Estos van desde simples remedios caseros hasta procedimientos médicos más complicados.
Hielo y elevación
Para una picadura que causa una reacción en una pequeña zona del cuerpo, comience con la forma más sencilla de tratamiento.
Elevar la zona y colocar una bolsa de hielo sobre ella puede ayudar a reducir la inflamación, calmar las sensaciones de dolor y picor, y reducir el enrojecimiento.
La avena
Aplicar avena a la piel puede ayudar a aliviar los síntomas del síndrome de skeeter.
Aplicar una mezcla de avena cocida a la zona también puede ayudar a reducir los síntomas.
Como descubrió un estudio del Journal of Drugs in Dermatology, la avena tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Esto podría explicar su efecto beneficioso sobre la piel.
Aplicar avena directamente en la zona o tomar un baño de avena puede ayudar a reducir el picor y la hinchazón y ayudar a una persona a encontrar el confort.
Antihistamínicos
Si una picadura no responde a simples remedios caseros, algunos medicamentos de venta libre (OTC) pueden ayudar a una persona a sentirse mejor mucho más rápido.
Por ejemplo, los antihistamínicos de venta libre como la difenhidramina (Benadryl) pueden ayudar a reducir temporalmente el picor y la hinchazón.
Esteroides tópicos
Algunas cremas de corticoesteroides tópicos también pueden ayudar a calmar temporalmente la reacción a una picadura de mosquito. Los medicamentos de venta libre, como la hidrocortisona (Cortaid), deberían ser suficientes en la mayoría de los casos.
Si una persona sabe que tiene reacciones graves a las picaduras de mosquito que no responden lo suficientemente bien a estas cremas, su médico puede recetarle tratamientos ligeramente más fuertes.
Inmunoterapia
Aunque los síntomas del síndrome de Skeeter son manejables para la mayoría de las personas utilizando remedios de venta libre, los casos más graves pueden requerir tratamiento médico.
La inmunoterapia con alérgenos, o vacunas contra la alergia, es una solución más permanente para las reacciones alérgicas graves provocadas por las picaduras de insectos, como las de los mosquitos.
Las vacunas contra la alergia funcionan de forma similar a las vacunas. Un alergólogo inyecta a la persona cantidades muy pequeñas de un alérgeno concreto. Al aumentar la cantidad del alérgeno en cada inyección a lo largo del tiempo, la inmunoterapia puede ayudar al cuerpo a crear sus propias defensas contra las proteínas que causan alergia en los mosquitos.
Sin embargo, la inmunoterapia con alérgenos lleva tiempo. La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología señala que una persona puede tardar hasta 18 meses o más en notar una mejora de sus síntomas.
Además, es posible que una persona tenga que seguir vacunándose contra la alergia durante 3-5 años después de un tratamiento exitoso.