Si existiera una varita mágica para todos tus problemas de cuidado de la piel, podría parecerse a un dispositivo de microdermoabrasión. El instrumento en forma de varita que está detrás de este popular tratamiento exfolia la capa externa de la piel y ayuda en casi todo (acné, hiperpigmentación, producción de colágeno, etc.) Y aunque los mejores tratamientos de microdermoabrasión serán realizados por un dermatólogo certificado, eso no siempre es realista, ya que las sesiones tienden a ser costosas. Ahí es donde entra en juego la inversión en uno de los mejores exfoliantes de microdermabrasión.
Los productos de microdermabrasión que se pueden utilizar en casa tienden a usar una menor concentración de los ingredientes activos utilizados por los profesionales, por lo que, aunque sus resultados no serán tan drásticos, siguen ayudando a suavizar e iluminar el cutis. Tanto si eliges un exfoliante como un dispositivo para eliminar las células muertas de la piel, estos productos de microdermoabrasión utilizan un exfoliante físico o químico (o una combinación de ambos) para realizar el trabajo. Los exfoliantes físicos son sustancias finas y granulares, como cristales o sílice, y ayudan a eliminar las capas externas de células muertas para iluminar la piel. Los exfoliantes químicos ofrecen el mismo resultado, pero actúan disolviendo las células muertas de la piel, por lo que suelen ser más suaves. Suelen presentarse en forma de alfahidroxiácidos (también conocidos como AHA, que incluyen el ácido glicólico y el ácido láctico) y de betahidroxiácidos (o BHA, como el ácido salicílico). Los AHA son más útiles para el rejuvenecimiento de la piel, mientras que los BHA son los ácidos preferidos por los tipos de piel propensos al acné porque pueden cortar la grasa que obstruye los poros y provoca los brotes.
Por supuesto, si te excedes, puedes acabar irritando tu piel, por lo que hay que recordar algunas reglas. En primer lugar, si tienes la piel sensible, evita los exfoliantes de microdermoabrasión caseros que utilizan exfoliantes físicos más grandes, como cáscaras de nuez o huesos de albaricoque, que podrían ser demasiado duros. En su lugar, busca exfoliantes físicos más finos, como minerales como el sílice o la piedra pómez volcánica, que son más suaves. Tampoco conviene utilizar el tratamiento casero con demasiada frecuencia. Un exceso de exfoliación puede desbaratar tus objetivos de cuidado de la piel y provocar irritación en forma de rojeces y sequedad. Sigue siempre las instrucciones del producto y empieza poco a poco. Por ejemplo, si un exfoliante dice que puede usarse dos veces a la semana, empieza con una vez a la semana al principio y ve aumentando el uso recomendado con el tiempo. Y en caso de duda, consulta siempre con un dermatólogo para saber qué es lo más adecuado para tu piel y tus objetivos específicos.
Y ahora, sigue viendo cinco de los mejores exfoliantes de microdermoabrasión para usar en casa.