Los labios carecen de glándulas sebáceas; por eso los labios de tu hijo no pueden hidratarse tan eficazmente como el resto de su piel. Además, si su hijo pasa mucho tiempo al aire libre -bajo el sol o el viento- o si babea y se lame los labios, puede tener un mayor riesgo de tener los labios secos y agrietados.
Causas de los labios agrietados
La deshidratación puede ser el origen de los labios secos y agrietados de su hijo. Como el cuerpo carece de suficiente humedad, los labios de su hijo se resecan. Cuando se vuelven extremadamente secos, pierden su flexibilidad y comienzan a agrietarse. Los vómitos y la fiebre pueden causar deshidratación, al igual que no beber suficientes líquidos.
La Academia Americana de Dermatología informa de que la saliva puede causar o exacerbar la sequedad de los labios en los niños pequeños, ya que a menudo babean o se lamen los labios. Las estaciones secas, como el invierno, pueden causar labios agrietados, al igual que la exposición a la luz solar.
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Haga funcionar un humidificador en su casa para evitar un aire demasiado seco, recomienda la Academia Americana de Dermatología. El Instituto de Estudios Sanitarios Integrales sugiere que anime a su hijo a beber más agua para que no se deshidrate. Cubra sin apretar la boca de su hijo con una bufanda cuando salga al exterior en un día seco o ventoso.
Calme la piel de su hijo
Aplique vaselina o bálsamo labial a los labios secos y agrietados de su hijo. Indique a su hijo que beba más agua para que su cuerpo tenga suficiente humedad para reparar sus labios. Si su hijo experimenta un fuerte dolor o si sus labios no se curan, acuda a un pediatra o dermatólogo, que puede recetarle una pomada labial de cuidado intensivo.
Habla con tu hijo pequeño
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Habla con tu hijo pequeño para consolarlo y ayudarle a entender por qué le duelen los labios. Explíquele que beber agua ayudará a que sus labios se sientan mejor. Dígale que no se lama el bálsamo labial en los labios; explíquele que eso obstaculiza el medicamento y empeora el dolor.
Advertencia
Si los labios de su hijo están muy agrietados o si no se curan, hable con un médico. Los labios secos y agrietados pueden indicar una enfermedad grave. Si la sequedad es consecuencia de una deshidratación acompañada de vómitos o fiebre, llame al pediatra.