¡Es increíble lo rápido que los bebés aprenden y consiguen cosas nuevas! En el área de desarrollo motor, verás que tu hijo alcanzará ciertos hitos durante sus primeros meses. Los recién nacidos vienen al mundo con una serie de reflejos de supervivencia y son más capaces de lo que creemos. Algunos de estos reflejos desaparecen al cabo de unas semanas, mientras que otros se convierten en movimientos voluntarios y dirigidos.

Si sois padres primerizos y vuestro bebé tiene pocos meses, notaréis que mantiene las manos en puños cerrados. Tu pequeño aún se siente cómodo permaneciendo en la misma posición que adoptó en el útero: manteniendo los brazos y las piernas pegados al cuerpo y las manos en un puño. Por ahora, tu bebé no puede controlar muchos de sus movimientos y verás que, si le acaricias la palma de la mano, inmediatamente te agarrará el dedo como respuesta automática. ¡Es increíble cómo alguien tan pequeño puede tener un agarre tan fuerte! Este reflejo aparecerá después del nacimiento y seguirá manifestándose hasta que tu bebé tenga 5-6 meses, ya que, poco a poco, aprenderá a controlar sus manos.

Cuando tu pequeño tenga 2 meses, verás que sus movimientos empiezan a ser más fluidos y menos bruscos. Esto se debe a la maduración de su sistema nervioso durante las dos últimas semanas. Aunque la movilidad de sus dedos todavía es limitada y mantiene las manos cerradas en un puño, tu hijo empezará a mover los brazos hacia delante. Lo hará siempre que esté excitado y puede empezar a llevarse las manos a la boca para chuparlas. Será emocionante ver sus progresos!

La capacidad de tu hijo para abrir las manos será progresiva. Cuando tenga 3 meses, tal vez intente alcanzar objetos voluntariamente, aunque no podrá sujetarlos bien y eso le frustrará. Si cuelgas algo delante de él, intentará agarrarlo y, en un abrir y cerrar de ojos, desarrollará el control de la prensión y empezará a coger cosas y juguetes. Aunque la evolución del reflejo de prensión palmar, que pasa de ser una respuesta automática a una acción voluntaria, tardará unas semanas más, tu hijo empezará a relajar las manos y a pasar menos tiempo con los puños cerrados.

Cuando veas que tu bebé empieza a hacerlo, ¡aprovéchalo y juega con él! Puedes colgar delante de él pequeños y atractivos juguetes y animarle a mover las manos. Cuando sea capaz de abrir las palmas, dale objetos para que los coja. ¡Recuerda celebrar cada uno de sus logros!

Otros reflejos del recién nacido que podrás observar en tu hijo son el reflejo de Moro (que es una respuesta al sobresalto), mover las piernas como si caminara cuando siente una superficie dura bajo sus pies, mover la cabeza buscando la tetina o el biberón, apretar los dedos de los pies cuando le tocas la planta del pie, etc. Recuerda que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo y que no todos presentan y pierden todos los reflejos al mismo tiempo. Tu pediatra comprobará todos los reflejos del recién nacido en la primera cita médica de tu hijo, pero, si tienes alguna duda o inquietud, no dudes en preguntar.

Para más información, visita los siguientes enlaces:

  • Los primeros años: La motricidad fina
  • Los hitos del movimiento: Del nacimiento a los 3 meses
  • Reflejos del recién nacido

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