Las personas que se han sometido a un reemplazo de rodilla pueden tomar precauciones para proteger sus nuevas rodillas. A continuación se ofrecen consejos y medidas de salvaguardia que pueden ayudar a aumentar la comodidad y disminuir el riesgo de lesiones.

A diferencia de los pacientes de prótesis de cadera, que deben estar atentos para no dislocar sus nuevas caderas, los pacientes de prótesis de rodilla tienen un riesgo relativamente bajo de dislocación (del 0,15% al 0,5%1-3).

Ver Riesgos y complicaciones de la sustitución total de rodilla

Utilizar un andador o un bastón

Un andador o un bastón pueden ayudar a asegurar que una persona no se caiga y dañe la nueva rodilla. Los andadores y los bastones también indican a los extraños que sean cautelosos y den a la persona más espacio. En general, es menos probable que los extraños en zonas públicas choquen, empujen o asusten a una persona que utiliza un bastón o un andador.

La mayoría de los pacientes con prótesis de rodilla son capaces de disminuir el uso de bastones y andadores con el tiempo.

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Tratar el dolor

Algunos pacientes tienen la tentación de «aguantar» porque no quieren tomar analgésicos, ya sea por los posibles efectos secundarios o por el miedo a la adicción. Sin embargo, el dolor no controlado puede dificultar la participación en los ejercicios de rehabilitación e incluso puede conducir a un dolor crónico.

Se aconseja a los pacientes de prótesis de rodilla que hablen con sus médicos sobre el dolor posquirúrgico, así como sobre sus preocupaciones respecto a los medicamentos. Juntos pueden y llegar a un plan de manejo del dolor que funcione para el paciente, haciendo los ajustes necesarios.

Lea más sobre el manejo del dolor del reemplazo articular.

Trate la hinchazón

La hinchazón de la rodilla no sólo es incómoda, sino que puede dificultar o imposibilitar los ejercicios de amplitud de movimiento. Estos ejercicios de amplitud de movimiento son importantes para la recuperación y la rehabilitación.

Véase Ejercicios de fortalecimiento de la rodilla

Los pacientes pueden tratar la hinchazón aplicando compresas frías y elevando la pierna afectada durante intervalos de 20 a 30 minutos, o según las indicaciones del médico. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que se utilizan para controlar el dolor, también ayudan a reducir la inflamación.

Planifique con antelación

En las dos primeras semanas después de la operación de prótesis de rodilla, muchas personas están cansadas y son propensas a las caídas. Las personas pueden maximizar el tiempo de descanso y reducir la posibilidad de caídas planificando con antelación. Por ejemplo:

  • Planifique el día para minimizar el número de viajes para subir y bajar escaleras o para entrar y salir del coche.
  • Ponga los objetos esenciales, como el mando a distancia del televisor, el teléfono y los pañuelos de papel, en un lugar de fácil acceso.

Lea más sobre cómo preparar el hogar para la recuperación de la cirugía de prótesis de rodilla.

Comunique las prioridades al fisioterapeuta

Un fisioterapeuta personalizará un programa de rehabilitación de la rodilla para ayudar al paciente a alcanzar ciertos objetivos. Por ejemplo, si un paciente quiere recorrer largas distancias en bicicleta, el fisioterapeuta le enseñará ejercicios para preparar la rodilla para el pedaleo en bicicleta.

Independientemente de los objetivos de los pacientes, la fisioterapia es esencial para el éxito general de la artroplastia de rodilla. Los pacientes que asisten a sus citas de fisioterapia y hacen los ejercicios prescritos tienden a recuperarse más rápidamente y a tener mejores resultados que los que no lo hacen.

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Recuerde el cuidado a largo plazo

Se aconseja a las personas que:

  • Seguir con sus ejercicios de fisioterapia para mantener fuertes los músculos alrededor de la rodilla, que soportarán la articulación artificial.
  • Intentar evitar las infecciones. Las bacterias infecciosas entran en el cuerpo a través de un corte o una herida, un procedimiento dental importante (por ejemplo, una endodoncia) u otros procedimientos quirúrgicos y acaban llegando a la rodilla artificial. Una rodilla artificial infectada puede requerir una operación.
  • Haga un seguimiento regular con el cirujano. Normalmente se pide a los pacientes que hagan un seguimiento con su ortopedista cada uno o dos años para controlar la rodilla artificial. Estas citas pueden ayudar a detectar problemas con la rodilla artificial antes de que el paciente note los síntomas.
  • Vea Cómo elegir un cirujano para el reemplazo total de rodilla

La atención a largo plazo puede ayudar a evitar problemas o a corregirlos a tiempo, cuando suponen menos riesgos y son más fáciles de tratar.

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