El sistema y la pronunciación
La función sistemática de la pronunciación es hacer esas distinciones entre las consonantes y las vocales en el flujo del habla, y, para algunas lenguas, entre las cantidades, los acentos y los tonos, que tienen que hacerse para distinguir los significados en las frases. La ilustración más sencilla muestra un punto crítico sólo en la frase «He estado escribiendo/cabalgando». «Ich will die andere Seite/Seide». («Quiero la otra página/seda»). «No es nata/nada». («No es nata/nada»). Sin embargo, para que la pronunciación satisfaga el oído del hablante nativo, la forma en que se hacen las distinciones (las cualidades de las consonantes y las vocales y la forma en que se ejecutan en el flujo del discurso) es totalmente tan importante como el hecho de que se hagan las distinciones solicitadas. En la terminología de la lingüística, se dice que la función sistemática es fonémica y la propiedad cualitativa fonética.
Para todos los ejemplos anteriores el enunciado fonémico es muy sencillo: /t/ ≠ /d/ Es decir, la distinción entre /t/ y /d/ puede servir para marcar una distinción de significado en inglés, alemán o español. Mediante otras operaciones similares se puede demostrar que cada /t/ y /d/ se opone a todos los demás fonemas de su lengua. Es práctica general, aunque no estrictamente fonémica, agrupar los fonemas en clases con nombre fonético o identificarlos como intersecciones de clases.
La descripción de los teléfonos, o sonidos del habla como sonidos, es otra cuestión. Estos s (teléfonos más que fonemas) son sordos, salvo que en algunas variedades del inglés la en este entorno es sonora. En el alemán es aspirada, en el francés y el español no. Las s son paradas, salvo que el teléfono español es una fricativa. Ambas son estrictamente alveolares en el inglés estándar, dentales con la lengua tocando los bordes de los incisivos en el español, y diferentemente intermedias para el alemán y el francés. Hay otras pequeñas diferencias de articulación en este entorno y otras más en otros entornos. Es posible describir fonéticamente docenas de variedades de para el inglés general americano; algunas de ellas pueden lograrse sólo forzando el aparato de descripción, pero para la mayoría de ellas cualquier articulación diferente producirá una pronunciación no del todo correcta.