Prueba BAER y cómo se utiliza

La prueba de respuesta auditiva evocada del tronco cerebral (BAER) es una prueba de electrodiagnóstico que se utiliza para evaluar la audición de perros, gatos y otros animales domésticos.

Evalúa los componentes del conducto auditivo externo, las cavidades del oído medio/interior, el nervio craneal y áreas seleccionadas del tronco cerebral. Es un procedimiento no invasivo que tarda entre 5 y 15 minutos en realizarse. En algunas circunstancias, se utiliza la sedación. Si es necesario determinar el umbral de audición, más a menudo en pacientes de edad avanzada, se recomienda utilizar anestesia general.

A partir de pequeños electrodos subcutáneos y de estímulos acústicos aplicados externamente de diferente intensidad, se registran numerosas ondas, cada una de las cuales representa una actividad neuronal compuesta.

¿Cuáles son los usos de las pruebas BAER?

1. Diagnóstico precoz de la pérdida de audición secundaria a la agenesia/degeneración coclear.

2. Evaluación de la función del tronco cerebral (parte caudal del cerebro).

3. Pérdida de audición conductiva, que es el resultado de una disfunción del canal auditivo externo y del espacio del oído medio.

4. Pérdida de audición neurosensorial, que es el resultado de una disfunción de la cóclea, del nervio coclear o de la vía auditiva central.

Pérdida de audición en cachorros

La mayoría de los criadores responsables de perros con alto riesgo de sordera congénita examinan las camadas de cachorros antes de venderlos. Entre estas razas se encuentran los dálmatas, los setters ingleses, los cocker spaniels ingleses, los perros ganaderos australianos y los Jack Russell terriers. Hacemos pruebas a estos cachorros a las siete semanas de edad. Debido a que los perros pueden perder la audición hasta las 16 semanas de edad, a menudo se realizan nuevas pruebas, especialmente antes de la cría; si hay una lectura dudosa en la primera prueba; o si el propietario nota algún problema.

Si un cachorro da un resultado negativo en uno o ambos oídos, normalmente no se puede hacer nada para recuperar la audición si sufre una degeneración coclear. Se comprueba si hay algún tipo de infección en los oídos, que puede interferir en la prueba, pero la sordera congénita no puede recuperarse. Los problemas de oído crónicos pueden provocar el engrosamiento de los canales auditivos y causar una mala señal al tronco cerebral, lo que provocaría una mala audición y una prueba dudosa. En esta situación, los pacientes suelen volver a someterse a la prueba después de recibir el tratamiento adecuado.

Un perro que parece ser capaz de oír pero no puede localizar de dónde procede el sonido puede estar afectado por una pérdida auditiva unilateral (audición en un solo oído). Una prueba BAER puede confirmar esto e identificar el oído afectado.

Criar a un perro sordo

Criar a un perro sordo requiere paciencia, pero a veces es más fácil si el perro sordo se cría con un perro oyente. Tener perros sordos cerca de los niños puede ser arriesgado porque suelen sobresaltarse con facilidad y pueden golpear a un niño que se acerque demasiado o les sorprenda por detrás. Como no pueden oír el tráfico, los perros sordos deben ser supervisados en el exterior para asegurarse de que no son atropellados por los coches.

Para aprender las técnicas de adiestramiento de un perro sordo, recomendamos el libro de Susan C. Becker titulado «Living with a Deaf Dog» (Vivir con un perro sordo).

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