Los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia son una grave preocupación entre los adolescentes de Alaska desde hace tiempo, y el riesgo sigue aumentando. Cuando hablamos de prevención, nos referimos a dos niveles diferentes de prevención: la prevención primaria y la prevención secundaria.
PREVENCIÓN PRIMARIA DE LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS
La prevención primaria aborda algunas de las causas de los trastornos alimentarios, que suelen girar en torno a factores sociales, familiares e individuales. El objetivo es anular los factores que se cree que exponen a los adolescentes a los trastornos alimentarios.
PREVENCIÓN SECUNDARIA DE LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS
La prevención secundaria se centra en la detección temprana y el tratamiento rápido de un trastorno alimentario. El objetivo es evitar que el trastorno empeore, sabiendo que la recuperación es más probable cuando el tratamiento puede implementarse en forma temprana. Hemos hablado de muchos consejos de prevención a nivel secundario en nuestro blog ¿Qué es la anorexia y la bulimia en los adolescentes?
CONSEJOS DE PREVENCIÓN PRIMARIA
Aquí tienes algunos consejos para equiparte y ayudar a tu adolescente a evitar la trampa de los trastornos alimentarios.
- Enfócate en una imagen corporal saludable. Fomente la imagen que su hijo tiene de sí mismo y hable del hecho de que hay muchas formas y tamaños de cuerpo. Mantenga una comunicación abierta sobre lo importante que es estar sano en lugar de centrarse en la delgadez.
- Fomente una alimentación sana en casa. Aprenda cómo los alimentos afectan a nuestro cuerpo y a nuestra salud mental y emocional. Enseñe a su hijo adolescente o aprendan juntos qué alimentos necesita su cuerpo para estar sano y activo. Si es posible, cree el hábito de comer juntos.
- Promueva una comprensión sana de la comida. La comida es un alimento; no debe utilizarse como una recompensa ni eliminarse como un castigo.
- Infórmese sobre los trastornos alimentarios, las dietas, la alimentación saludable, etc. Una parte importante para poder ayudar a su adolescente es asegurarse de que sabe todo lo que puede sobre estos temas.
- Hable sobre los peligros de comer por emoción o estrés. Trabaje con su hijo adolescente en formas saludables de enfrentar y navegar a través de las emociones y situaciones estresantes. Esto no sólo ayudará a prevenir los trastornos alimentarios, sino que también les enseñará valiosas habilidades de afrontamiento para sus años adultos. Si lo necesita, involucre a sus amigos, a sus seres queridos o a un consejero para que le ayude.
- Fomente una autoestima sana. Comprometete con tu adolescente, aplaude sus logros y lo que es importante para ellos. Apóyelo en los esfuerzos que lo hacen feliz y lo ayudan a sentirse realizado. Su hijo necesita saber que su amor y aceptación no se basan en su apariencia, sino en el hecho de que es su hijo.
- Dé usted mismo un buen ejemplo. Puede ser difícil ser convincente cuando uno mismo no predica con el ejemplo. Míralo como una oportunidad para mejorar tu propia salud.
Aunque tú, como padre o cuidador, sigas todos los pasos a la perfección, sigue existiendo el riesgo de que tu hijo sufra un trastorno alimentario. ¡No es tu culpa! ¡No estás solo! Lo importante es buscar ayuda de inmediato. Si sospechas que ya está luchando con problemas de alimentación, habla con el consejero o el médico de tu hijo inmediatamente. Estamos aquí para ayudar.