¿Qué hace que el cerebro tenga una velocidad de procesamiento lenta, y cómo puede mejorarse el ritmo?
Heather Walker, vía correo electrónico
Geoffrey A. Kerchner, profesor adjunto de neurología y ciencias neurológicas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, responde:
Para un científico del cerebro, la velocidad de procesamiento significa precisamente eso: la velocidad a la que un ser humano puede asimilar un poco de información nueva, llegar a algún juicio sobre ella y luego formular una respuesta. Los estudios sugieren que la velocidad de procesamiento de la información cambia con la edad siguiendo una curva en forma de U invertida, de manera que nuestro pensamiento se acelera desde la infancia hasta la adolescencia, mantiene un periodo de relativa estabilidad hasta la mediana edad y, finalmente, a partir de la mediana edad, disminuye de forma lenta pero constante.
Que la velocidad de procesamiento disminuye con la edad es algo intuitivo para la mayoría de las personas. Muchos ancianos se han dado cuenta de que tardan más en resolver problemas o tomar decisiones que cuando eran jóvenes. Sin embargo, las razones de esta desaceleración del procesamiento de la información relacionada con la edad no se comprenden del todo y pueden variar de una persona a otra. Algunas pruebas convincentes sugieren que este declive refleja el desgaste de la materia blanca del cerebro, que está formada por todos los cables, o axones, que conectan una parte del cerebro con otra. La ralentización de la transferencia de información a lo largo de los axones puede impedir la velocidad de procesamiento. Pero ¿qué es lo que hace que esta comunicación axonal sea más lenta?
En algunas personas, la diabetes, el tabaquismo, la hipertensión arterial u otros factores de riesgo vascular pueden desgastar los vasos sanguíneos que alimentan la materia blanca del cerebro, privando a los axones del oxígeno y la glucosa que tanto necesitan. Algunas personas pueden tener una predisposición genética al deterioro de la materia blanca relacionado con la edad, una hipótesis poco conocida pero activamente estudiada. En otras personas, la disminución de la velocidad de procesamiento podría ser el primer signo de una enfermedad neurodegenerativa, como la enfermedad de Alzheimer. Los traumatismos craneoencefálicos, incluidas las conmociones cerebrales, pueden desempeñar un papel importante. Éstas son algunas de las muchas ideas que se barajan; seguramente quedan otros factores por descubrir.
Más importante aún, la ralentización del procesamiento de la información afecta en cierto grado a casi todos los adultos que envejecen, y la línea que separa lo normal de lo anormal es difusa. Una persona puede mantener o incluso mejorar la velocidad de procesamiento de la información prestando mucha atención a los factores de riesgo vascular, haciendo ejercicio aeróbico con regularidad, comiendo bien y continuando con los retos intelectuales.