El primer signo de la afección suele ser cuando la persona se siente ligeramente indispuesta. Esta sensación puede incluir fiebre, dolor de cabeza o dolor en las articulaciones.
La sensación general de malestar puede durar unos días antes de que aparezca el primer signo de la erupción.
El picor es uno de los síntomas destacados de la erupción. Alrededor del 50 por ciento de las personas con pitiriasis rosada pueden experimentar picor.
La erupción principal suele ir precedida de la aparición de una única mancha ovalada conocida como mancha «heraldo» o «madre».
Esta mancha suele ser de color rosa con un borde más oscuro y suele aparecer entre 2 días y 2 semanas antes de que la erupción principal se desarrolle en una zona mucho más amplia.
La mancha heraldo puede medir de 2 a 10 centímetros (cm). Aparece con mayor frecuencia en el estómago, el pecho, la espalda o el cuello. Con menor frecuencia, puede desarrollarse en el cuero cabelludo, la cara o incluso cerca de los genitales.
Aunque puede tardar desde un par de días hasta 2 semanas en desarrollarse una erupción más amplia, puede seguir extendiéndose hasta 12 semanas.
Esta erupción generalizada está formada por una masa de manchas más pequeñas, o placas, que cubren más partes del cuerpo. Las zonas afectadas pueden incluir la parte superior de los brazos y la parte superior de los muslos.
Estas zonas suelen ser áreas en las que la piel está más relajada, como a lo largo de las líneas del escote y en ambos lados de la parte superior del tronco. La erupción más amplia no suele afectar a la cara.
Las personas con pieles claras tienden a desarrollar una erupción de color rojo rosado, mientras que las que tienen pieles más oscuras pueden esperar ver manchas grises, marrones oscuras o incluso negras.
Complicaciones
Las investigaciones sobre la pitiriasis rosada durante las primeras etapas del embarazo sugieren que podría causar un aborto espontáneo, ya que los investigadores la encontraron en 8 de 61 mujeres estudiadas. Algunas mujeres experimentaron un parto prematuro y otros problemas antes o después del propio nacimiento.
Se puede decir que la pitiriasis rosada es atípica cuando el diagnóstico ha sido difícil. Una erupción de pitiriasis rosada atípica suele estar marcada por:
- un aspecto inusual, que incluye pequeñas protuberancias, ampollas, parches parecidos a llagas y hematomas
- parches grandes que pueden fusionarse o juntarse con otros
- distribución inusual de las lesiones cutáneas, que a menudo afectan a los pliegues de la piel relajada, como alrededor de las axilas, la ingle y los pechos
- inclusión de zonas mucosas, por ejemplo, úlceras bucales
- una sola mancha heráldica que no va seguida de una erupción generalizada
- varias o ninguna mancha heráldica
- número de placas más grande de lo habitual
- picazón severa
- un curso de la enfermedad más largo de lo habitual
- enfermedad recurrente varias veces
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