En esta revisión, describimos una variedad de mecanismos que las bacterias utilizan para regular la elongación de la transcripción con el fin de controlar la expresión génica en respuesta a los cambios en su entorno. En conjunto, estos mecanismos se conocen como atenuación y antiterminación, y ambos implican el control de la formación de una estructura de terminación de la transcripción de ARN antes de un gen estructural u operón. Examinamos la atenuación y la antiterminación desde el punto de vista de las diferentes biomoléculas que se utilizan para influir en la estructura del ARN. La atenuación de muchos operones biosintéticos de aminoácidos, especialmente en las bacterias entéricas, está controlada por los ribosomas que traducen los péptidos líderes. Las proteínas de unión al ARN regulan la atenuación, especialmente en las bacterias grampositivas como el Bacillus subtilis. El ARN de transferencia también se une a los ARN líderes e influye en la antiterminación de la transcripción en un gran número de genes de aminoácidos ARNt sintetizados y en varios genes biosintéticos de bacterias grampositivas. Por último, el ARN antisentido participa en la atenuación de la transcripción para controlar el número de copias de varios plásmidos.

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