San Vicente Ferrer, (nacido hacia 1350, Valencia, Aragón-muerto el 5 de abril de 1419, Vannes, Francia; canonizado en 1455; fiesta el 5 de abril), fraile aragonés y renombrado predicador que contribuyó a poner fin al Gran Cisma de Occidente.
En 1367 ingresó en la orden de los dominicos en Valencia, donde llegó a ser profesor de teología. En 1394 el antipapa Benedicto XIII lo nombró su confesor y teólogo de su corte en Aviñón, pero cinco años después Vicente renunció para emprender misiones. Viajando por Borgoña, el sur de Francia, Suiza, el norte de Italia y España, atrajo a multitudes en todas partes y tuvo un notable éxito en ganar conversos judíos. Era conocido por su pobreza y austeridad religiosa, incluido el ayuno perpetuo, y se creía que tenía el don de los milagros.
En un esfuerzo por poner fin al cisma, había intentado en dos ocasiones persuadir a Benedicto para que renunciara a su pretensión papal. En 1412 fue uno de los nueve jueces que eligieron a Fernando I como rey de Aragón, y persuadió a Fernando para que dejara de apoyar a Benedicto, ayudando así a poner fin al cisma. Vivió para ver la elección del Papa Martín V en noviembre de 1417, por lo que el Gran Cisma de Occidente quedó oficialmente terminado. Los dos últimos años de su vida los dedicó a predicar en el norte de Francia.