Los vehículos de hoy en día están formados por una serie de sistemas que trabajan juntos en armonía. Sería imposible eliminar uno de estos sistemas (el de combustible, por ejemplo) y seguir teniendo un coche que funcione. Así que, aunque no se puede decir necesariamente que el sistema eléctrico del coche sea el «más importante», sí que se acerca bastante, sobre todo a medida que la tecnología avanza hacia un futuro híbrido y eléctrico.

Aquí tiene una rápida visión general de los componentes del sistema eléctrico y un vistazo a cómo los vehículos convencionales con motor de gasolina utilizan la electricidad.

Es eléctrico

La «electricidad» se refiere al flujo de electrones a través de un circuito en el que un extremo es positivo y el otro negativo. En realidad, todo objeto tiene una carga eléctrica, pero la mayoría es tan pequeña que es imposible de detectar. Para alimentar algo como un motor, hemos desarrollado células químicas hechas por el hombre con un alto potencial eléctrico: las baterías. Las baterías, a su vez, dan energía a los sistemas de arranque, de carga y de seguridad, a las luces, al ABS, a los ordenadores, a los sensores, a la climatización y a los accesorios de a bordo. Probablemente son lo primero en lo que se piensa cuando se oye hablar de electricidad en aplicaciones de automoción, pero las baterías no son ni mucho menos las únicas que hacen funcionar el sistema.

AC/DC

Hay dos tipos de electricidad, la corriente alterna (AC) y la corriente continua (DC). Cuando las baterías se descargan, emiten una corriente continua constante en una dirección, suministrando electricidad a través del terminal positivo al negativo. La mayoría de los componentes del automóvil necesitan esta carga de CC para funcionar correctamente, pero es limitada porque las baterías acaban descargándose por completo, sin poder dar más potencia.

Para solucionar este problema, los coches también tienen alternadores. Los alternadores son en realidad pequeños generadores capaces de convertir la energía mecánica en eléctrica. Accionados por la correa del motor, los alternadores utilizan una pequeña señal de la batería para energizar una corriente de campo que hace girar un rotor dentro de un conjunto de estatores. Como esta energía es impulsada por la polaridad de los campos magnéticos, la corriente producida como resultado cambia de dirección a medida que el rotor gira, produciendo corriente en direcciones opuestas o alternas (de ahí CA). Los alternadores producen corrientes significativamente mayores que las suministradas inicialmente por la batería, por lo que se utilizan para recargar la propia batería y alimentar otros componentes eléctricos.

Regulación

La mayoría de los componentes, sin embargo, requieren corriente continua para funcionar. La solución es un conjunto de diodos que sirven como una especie de válvula de retención eléctrica para la corriente que sale del alternador. Los diodos sólo permiten que la corriente fluya en una dirección, de modo que cuando la corriente alterna entra por un lado, sólo sale la corriente continua por el otro.

El otro problema importante dentro del sistema eléctrico de un coche es que no todos los componentes toleran la misma intensidad de corriente o amperaje. Por lo tanto, el sistema debe incluir reguladores de tensión y fusibles para moderar el flujo y proteger los componentes que no pueden manejar el amperaje suministrado por el alternador. Los fusibles protegen los circuitos cuando se colocan delante de la carga (componente). Si un pico de tensión provoca que se envíe demasiado amperaje a los faros, un fusible diseñado para «fundirse» a 15 amperios lo hará, impidiendo que la corriente continúe para cocinar el propio faro.

El sistema eléctrico es una parte compleja pero esencial de lo que hace que su coche arranque, funcione, se cargue y haga las pequeñas, pero importantes, cosas como cerrar las puertas. Y aunque el voltaje en los sistemas automotrices es mucho menor que, por ejemplo, en las aplicaciones domésticas, sigue siendo importante contar con la orientación de un profesional cuando se hace un diagnóstico o se comienzan las reparaciones, ya que muchos componentes son extremadamente sensibles y pueden dañarse fácilmente sin la formación y los conocimientos adecuados.

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Foto cortesía de Blair Lampe

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