Estás preparada.
Has leído los libros y marcado las clases de educación para el parto.
Has escuchado un montón de historias de parto – algunas buenas, otras no tan positivas.
Crees que por fin estás preparada para el nacimiento de tu bebé.
Ya sabes que debes esperar algo de dolor, y un torrente de emociones – por no mencionar la sensación de necesitar hacer caca.
Pero aún puede haber algunas sorpresas reservadas para ti.
Una de las cosas más probables que ocurran durante el parto es algo de lo que probablemente no te han advertido.
- Temblores durante el trabajo de parto y el parto: lo que debes saber
- #1: Hormonas
- #2: Trabajo duro
- #3: Incompatibilidad sanguínea
- #4: Embolia de líquido amniótico
- #5: Líquidos intravenosos
- #6: Infecciones
- ¿Cuál es la gravedad de los temblores durante el parto?
- ¿Qué puedo hacer si tengo temblores durante el parto?
Temblores durante el trabajo de parto y el parto: lo que debes saber
La mayoría de las mujeres experimentan algunos temblores o escalofríos durante el trabajo de parto, pero rara vez están preparadas para la intensidad de esta reacción física.
Ya sea que tengas un parto vaginal, una epidural o una cesárea, lo más probable es que experimentes este fenómeno poco conocido.
Aquí hay 6 razones por las que puede experimentar temblores durante el trabajo de parto y el nacimiento:
#1: Hormonas
Como casi todo en el embarazo, podemos señalar a las hormonas como responsables de los temblores incontrolables en la experiencia del trabajo de parto.
Las hormonas son bastante sorprendentes. Hacen mucho trabajo entre bastidores y la mayoría de las veces no nos damos cuenta de lo que ocurre. A veces, sin embargo, una o más hormonas están fuera de lugar, o hay demasiado de una hormona en particular. Es entonces cuando nos damos cuenta, debido a los efectos físicos.
Cuando se producen temblores durante el parto, ésta podría ser la razón. Los cambios hormonales y de temperatura pueden desencadenar una respuesta de adrenalina. Aunque el parto puede ser la experiencia más positiva y estimulante de tu vida, el enorme cambio de oxitocina y hormonas del estrés puede provocar lo que básicamente parece una reacción de shock.
#2: Trabajo duro
Por algo se llama parto. Sacar a un bebé es un trabajo duro. Todo tu cuerpo trabaja muy duro para mover al bebé hacia abajo y hacia fuera, lo que a su vez aumenta tu temperatura corporal.
Cuando nace tu bebé, tu cuerpo trata de regular el aumento de tu temperatura, devolviéndola a la normalidad. Como resultado, es posible que sientas escalofríos y bastantes temblores.
#3: Incompatibilidad sanguínea
Una teoría reciente sobre los temblores apunta a la incompatibilidad sanguínea entre la madre y su bebé. Se ha sugerido que una pequeña cantidad de sangre fetal podría entrar en contacto con la sangre de la madre durante el parto. Una incompatibilidad entre los tipos de sangre podría desencadenar escalofríos y sensaciones de frío.
#4: Embolia de líquido amniótico
Se trata de una situación poco frecuente pero grave, que se produce como consecuencia del contacto del líquido amniótico con el torrente sanguíneo de la madre. La embolia de líquido amniótico es más probable que ocurra durante el parto o inmediatamente después. Los efectos de la embolia de líquido amniótico se producen de forma bastante repentina, e incluyen presión arterial baja, escalofríos y temblores.
#5: Líquidos intravenosos
En determinadas situaciones es posible que le coloquen un catéter intravenoso en la vena, para que le gotee líquidos o medicamentos. Como resultado, puede experimentar la sensación de frío y tener escalofríos o temblores.
Esto ocurre porque los líquidos intravenosos están más fríos que su temperatura corporal normal y, cuando entran en su cuerpo, afectan a la regulación de su temperatura interna.
#6: Infecciones
A veces las mujeres experimentan fiebre durante el parto y cuando dan a luz. Esto puede deberse a que hay una infección y lo más probable es que el cuerpo esté intentando enfriarse.
Si alguna vez has tenido una gripe o un virus que te hace subir la temperatura, es posible que hayas experimentado escalofríos, sudores y temblores. Lo mismo puede ocurrir durante el parto. Su proveedor de atención médica la controlará cuidadosamente y tratará cualquier signo de infección si parece grave.
Es interesante que las mujeres a las que se les aplica la epidural tengan más riesgo de desarrollar fiebre que las que no la tienen.
¿Cuál es la gravedad de los temblores durante el parto?
El hecho de que experimente o no temblores, y su gravedad, depende de muchas cosas. Algunas mujeres tiemblan de forma incontrolada. Otras pueden tener temblores sólo en una zona determinada del cuerpo, como las piernas o los brazos.
El momento más común en que las mujeres tienen temblores es alrededor de la transición, cuando el cuello uterino está completamente dilatado antes de comenzar a empujar, o inmediatamente después del parto.
Tener una epidural o una cesárea no significa que no vaya a tener temblores. Debido a cualquiera de las razones anteriores, puede tener temblores leves o intensos.
¿Qué puedo hacer si tengo temblores durante el parto?
Dependiendo de cuándo y por qué tenga los temblores, puede reducir su intensidad y duración si:
- Manténgase abrigada: tenga a mano una toalla o manta seca y caliente. Informe al personal si se siente temblorosa durante la epidural o la cesárea para que puedan asegurarse de que está lo suficientemente abrigada.
- Tenga contacto piel con piel: esto no sólo es bueno para el bebé, sino que también ayuda a las madres a reducir las hormonas del estrés y a potenciar la hormona del amor, la oxitocina, que puede ayudar a reducir la temperatura corporal.
- Tome un baño o una ducha caliente: el agua caliente sienta muy bien y puede ayudar a reducir las hormonas del estrés que contribuyen a los temblores.
- Tome un poco de intimidad, descanse y reciba apoyo: todos estos factores son importantes para ayudar a la liberación de oxitocina en lugar de adrenalina.
- Tome medicación: si los temblores se deben a la fiebre, podría ser necesario tomar antibióticos y medicación para reducir la fiebre.
Es importante recordar que, en la mayoría de los casos, los temblores durante el parto son una respuesta física normal. Forma parte de la manera en que su cuerpo afronta la intensidad del parto y el proceso de recuperación tras el mismo.