La música tonal es un término generalizador utilizado para definir la música que parece carecer de un centro tonal claro. Casi toda la música de la tradición clásica occidental se considera «tonal»: es decir, su estructura armónica es principalmente triádica y está organizada jerárquicamente en torno a un centro tonal prominente. Las obras de música atonal tienden a negar o ampliar esta noción mediante el uso de estrategias estructurales alternativas (con frecuencia -pero no exclusivamente- matemáticas, siendo la más famosa el serialismo). Como resultado, muchos oyentes acostumbrados a la tonalidad tradicional pueden encontrar la música atonal muy desafiante al principio, en particular porque la falta de una jerarquía tonal significa que los acordes altamente disonantes son mucho más comunes (y, de hecho, los primeros practicantes del estilo a menudo utilizaban deliberadamente estos acordes para evitar cualquier referencia implícita a una tónica). Dicho esto, otros sostienen que la atonalidad es simplemente otro lenguaje musical que, como todos los demás lenguajes (incluida la tonalidad tradicional), no puede aprenderse ni apreciarse hasta que uno se haya sumergido en él.