Con la boca de Igor abierta y la lengua fuera, los cirujanos dentales se pusieron a trabajar para reparar las encías infectadas del joven de 21 años. Utilizaron herramientas similares a las utilizadas para la odontología humana, sólo que más grandes.
La operación duró hasta la tarde. Estaba previsto que otro oso fuera sometido a una operación similar el viernes, aunque tuvo que ser aplazada.
El director del parque, Julian Dorsch, cree que los problemas dentales del oso se debían a que mordía los barrotes de hierro de su jaula «por aburrimiento». Igor pasó su primera vida en cautividad.
En un principio se llamó a los expertos para averiguar por qué Igor había estado caminando de forma extraña. Mientras investigaban las articulaciones de su cadera, descubrieron su caries dental. Se espera que Igor se recupere de ambos problemas.