Sin embargo, cuando el dolor y la decoloración de la paciente persistieron, acudió al servicio de urgencias, donde los médicos observaron decoloración en varias yemas de los dedos de ambas manos, y placas escamosas hiperpigmentadas en la frente que sugerían una enfermedad sistémica subyacente. Se le diagnosticó el fenómeno de Raynaud con una posible enfermedad sistémica subyacente, y fue ingresada en el hospital para una evaluación adicional.
La paciente fue sometida a estudios vasculares, incluyendo capilaroscopia y fotopletismografía, que son frecuentemente anormales en casos de fenómeno de Raynaud relacionado con el trabajo. Sin embargo, los resultados fueron todos normales en esta paciente, lo que hace más probable una causa secundaria del fenómeno de Raynaud, como una enfermedad autoinmune subyacente.
La paciente fue finalmente diagnosticada de la enfermedad autoinmune lupus eritematoso sistémico con síndrome de dolor regional complejo. Se le empezó a administrar inmunosupresores, incluyendo hidroxicloroquina y prednisona, y fue dada de alta una semana después.
Aunque la patogénesis exacta del fenómeno de Raynaud todavía no se conoce bien, entre las causas secundarias se encuentran enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la esclerodermia y también el lupus.
Los autores destacaron que, aunque la paciente informó de una historia de traumatismos menores que precedieron a la aparición del dolor y la decoloración, no tenía ningún factor de riesgo obvio relacionado con el trabajo que pudiera haberla predispuesto a desarrollar el fenómeno de Raynaud.
«Este caso ilustra una queja común que se presenta en urgencias con un diagnóstico final inesperado. Los síntomas podrían haberse atribuido fácilmente al dolor crónico del traumatismo inicial y al estrés repetitivo y haberse tratado con analgesia. Sin embargo, la presencia de decoloración en el dedo afectado, así como en los dedos no lesionados, debería incitar al médico de urgencias a buscar otras causas», escribió el equipo.
«Es importante diagnosticar el fenómeno de Raynaud debido a sus posibles complicaciones. Si no se trata, puede provocar ulceraciones en los dedos y, finalmente, necrosis y gangrena», concluyó el equipo.