La restauración de los ecosistemas significa ayudar a la recuperación de los ecosistemas que han sido degradados o destruidos, así como conservar los ecosistemas que aún están intactos. Los ecosistemas más sanos, con una biodiversidad más rica, producen mayores beneficios, como suelos más fértiles, mayores rendimientos de madera y pescado, y mayores reservas de gases de efecto invernadero.

La restauración puede realizarse de muchas maneras, por ejemplo, plantando activamente o eliminando las presiones para que la naturaleza pueda recuperarse por sí misma. No siempre es posible -o deseable- devolver un ecosistema a su estado original. Por ejemplo, seguimos necesitando tierras de cultivo e infraestructuras en terrenos que antes eran bosques, y los ecosistemas, al igual que las sociedades, necesitan adaptarse a un clima cambiante.

De aquí a 2030, la restauración de 350 millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos degradados podría generar 9 billones de dólares en servicios ecosistémicos. La restauración también podría eliminar de la atmósfera entre 13 y 26 gigatoneladas de gases de efecto invernadero. Los beneficios económicos de estas intervenciones superan nueve veces el coste de la inversión, mientras que la inacción es al menos tres veces más costosa que la restauración de los ecosistemas.

Todo tipo de ecosistemas puede restaurarse, incluidos los bosques, las tierras de cultivo, las ciudades, los humedales y los océanos. Las iniciativas de restauración pueden ser puestas en marcha por casi todo el mundo, desde gobiernos y organismos de desarrollo hasta empresas, comunidades y particulares. Esto se debe a que las causas de la degradación son muchas y variadas, y pueden tener un impacto a diferentes escalas.

Por ejemplo, la degradación puede ser el resultado de políticas perjudiciales como las subvenciones a la agricultura intensiva o las leyes de tenencia débiles que fomentan la deforestación. Los lagos y las costas pueden contaminarse debido a una mala gestión de los residuos o a un accidente industrial. Las presiones comerciales pueden dejar pueblos y ciudades con demasiado asfalto y muy pocos espacios verdes.

La restauración de ecosistemas grandes y pequeños protege y mejora los medios de vida de las personas que dependen de ellos. También ayuda a regular las enfermedades y a reducir el riesgo de desastres naturales. De hecho, la restauración puede ayudarnos a alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Descubre cómo puedes participar en el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas.


Los vínculos entre el medio ambiente y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

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