Si hay algo que todo el mundo sabe sobre las crías de pájaros, es que se supone que no debes cogerlas. Si lo haces, la madre olerá el residuo de tus apestosas manos humanas en su bebé y dejará al polluelo llorando lastimosamente para que muera, ¿verdad? «Los pájaros no tienen un sentido del olfato muy fuerte», dice, «así que no dejarás un olor que alarme a los padres».

De hecho, en contra de lo que nos hayan dicho nuestros padres, es poco probable que la mayoría de los padres de pájaros abandonen a sus polluelos por un pequeño jugueteo humano. «Por lo general, los pájaros son bastante devotos de sus crías y no se dejan disuadir fácilmente de cuidarlas», afirma Chu.

Pero antes de ponerse el disfraz de rescatador de pájaros y empezar a salvar el día, Chu sugiere que no hay que ir recogiendo a todas las crías de pájaros que se ven. Las crías de pájaro pueden parecer abandonadas cuando en realidad sus padres están escondidos cerca. De hecho, es muy común que los pájaros jóvenes abandonen el nido antes de estar preparados para surcar los cielos.

«Si retrocedes y los observas», dijo Chu, «en muchos casos el padre volverá y alimentará a la cría y la protegerá».

Y tu manipulación del pájaro podría estar haciendo más daño que bien, dijo Tom Hahn, ornitólogo de la Universidad de California en Davis. «Un riesgo mucho mayor para las crías, si los humanos se meten con ellas, es que la actividad del ser humano alrededor del nido puede atraer la atención de los depredadores, que posteriormente pueden ir a por las crías», dice.

Si el polluelo está claramente fuera del nido demasiado pronto, el rescatado debe llamar a un rehabilitador de fauna local antes de intentar reubicar al ave por sí mismo. Pero, según Chu, si el pájaro está en una zona muy insegura, como en una carretera o en un barrio lleno de gatos, no pasa nada por coger al bebé con cuidado y devolverlo a su nido.

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