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Evolución administrativaEditar

El 14 de enero, 1982

25 estrellas para los municipios del 4 de agosto de 1897, la mayor para la capital Manaus. Dos barras blancas para la esperanza, barra roja para las luchas superadas.

Amazonas fue originalmente la capitanía de São Jose do Rio Negro, luego un Distrito de Grão-Pará, que se convirtió en provincia y finalmente en estado de Brasil.

1616 La Capitanía de Maranhão inicia su expansión hacia el oeste

1751 Maranhão se reconstituye como estado de Grão-Pará e Maranhão

1755 La Capitanía de Río Negro se separa

1757 La Capitanía de Río Negro se vuelve a unir

1772 Grão-Pará e Río Negro se separa de Grão-Pará e Maranhão.

1775 Capitanía de Grão-Pará del estado de Brasil.

1821 Provincia de Pará

1822 Provincia de Pará del Brasil independiente.

1832 Creación del Distrito Judicial del Alto Amazonas, bajo Pará.

1850 Provincia de Amazonas escindida de Pará

1889 Estado de Amazonas

Capital

1755 aldea de São José do Javari; se convirtió en la vila Maryua

1758, Maryua es elevada a ciudad y llamada Barcelos

1788-1799, capital trasladada a Barra do Rio Negro;

1799-1808 La capital volvió a estar en Barcelos

1808 Barra do Rio Negro la capital, rebautizada como Manaus en 1832

Surgimiento de la selva tropicalEditar

En algún momento el río Amazonas fluyó hacia el oeste, quizás como parte de un sistema fluvial proto-Congo (Zaïre) desde el interior de la actual África, cuando los continentes estaban unidos como parte de Gondwana occidental. Hace 15 millones de años, los Andes se formaron por la colisión de la placa sudamericana con la placa de Nazca (oceánica del Pacífico oriental). La elevación de los Andes y la unión de los escudos rocosos de Brasil y Guyana, bloquearon el río y provocaron que el Amazonas se convirtiera en un vasto mar interior. Poco a poco, este mar interior se convirtió en un enorme lago pantanoso de agua dulce y los habitantes marinos se adaptaron a la vida en agua dulce. Por ejemplo, más de 20 especies de rayas, la mayoría estrechamente relacionadas con las que se encuentran en el Océano Pacífico, pueden encontrarse hoy en día en las aguas dulces del Amazonas.

Hace unos diez millones de años, las aguas atravesaron la arenisca hacia el oeste y el Amazonas comenzó a fluir hacia el este. En esta época nació la selva amazónica. Durante la Edad de Hielo, el nivel del mar descendió y el gran lago del Amazonas se drenó rápidamente y se convirtió en un río. Tres millones de años más tarde, el nivel del océano retrocedió lo suficiente como para exponer el istmo centroamericano y permitir la migración masiva de especies de mamíferos entre las Américas.

Las Edades de Hielo provocaron el retroceso de la selva tropical en todo el mundo. Aunque se discute, se cree que gran parte del Amazonas volvió a ser sabana y bosque montano. La sabana dividió los parches de selva tropical en «islas» y separó las especies existentes durante periodos lo suficientemente largos como para permitir la diferenciación genética (un retroceso similar de la selva tropical tuvo lugar en África. Las muestras de núcleos del delta sugieren que incluso la poderosa cuenca del Congo estaba desprovista de selva tropical en esa época). Cuando terminaron los periodos glaciares, la selva volvió a unirse, y las especies que antes eran una sola, habían divergido lo suficiente como para ser designadas como especies separadas, añadiendo a la tremenda diversidad de la región. Hace unos 6.000 años, el nivel del mar subió unos 130 metros, provocando de nuevo la inundación del río como un largo y gigantesco lago de agua dulce.

IndígenasEditar

El Amazonas precolombino estaba habitado por pueblos seminómadas cuya forma de vida mezclaba la agricultura ocasional con la pesca y el estilo de vida de cazador-recolector. Debido a la incomprensión de Cristóbal Colón sobre el continente al que había llegado, la población nativa fue y es denominada por los portugueses como «índios». En el siglo XVI vivían en la región unas dos mil tribus de indios, que tal vez sumaban algunos millones de personas, pero fenómenos como las enfermedades y la asimilación a la cultura brasileña hicieron que su número descendiera a unos trescientos mil, y doscientas tribus, a finales del siglo XX. Todavía existen en la región algunas tribus no contactadas.

Dominaciones políticasEditar

En la época colonial, el territorio que hoy pertenece al Estado de Amazonas, fue una combinación de tratados, expediciones, evangelización y ocupaciones militares. Escasas pero registradas reclamaciones y levantamientos indígenas en la región, fueron hechas inicialmente por el Imperio Español a través del Tratado de Tordesillas y después del Imperio Portugués por el Primer Tratado de San Ildefonso. El Estado también incluye el territorio de los intentos fallidos de colonización por parte de las potencias europeas, como Inglaterra y el imperio holandés.

Mapa de 1562 de la región del río Amazonas.

La primera expedición española fue la de Francisco de Orellana en conjunto con el sacerdote católico Gaspar de Carvajal, quien documentó la expedición. Informó de un conflicto contra las mujeres indígenas que dio lugar al nombre actual del río, y luego al nombre actual de la región y del estado (Amazonas en inglés: Amazons). La segunda expedición española fue realizada por Pedro de Ursúa, con la intención de probar la expedición anterior, pero resultó en que el Reino Español abandonara el intento de colonizar la región.

Después de la unificación de los reinos ibéricos, Portugal lanzó una expedición en el río , con la intención de anexar las tierras españolas (que comprenden el actual territorio de la Amazonia brasileña) al Reino Portugués. Tras la disolución de la Unión Ibérica, las posesiones portuguesas y españolas en la región quedaron sin definir, lo que provocó conflictos internos en la región entre Portugal y España. Posteriormente, la Corona portuguesa hizo valer el principio del uti possidetis, con respecto a la región. Esta fue la primera afirmación del principio del derecho romano de uti possidetis, ita possideatis, (en latín, «quien tiene la posesión, tiene el dominio»), análogo al derecho común inglés «Squatters rights». Es posible que se haya tenido en cuenta la teoría laboral de la propiedad de John Locke.

Surgieron cuestiones conflictivas entre lo que se concedió por ley en el Tratado de Torsedillas (1494), y la posterior realidad de la expansión colonial: los españoles, hacia el este de las llanuras costeras del Pacífico (aunque frenados por los Andes), y los portugueses, hacia el oeste (ayudados por las vías fluviales y las tierras bajas del poderoso Amazonas). El Tratado de Madrid (13 de enero de 1750) -que determinó la frontera entre las posesiones españolas y el sur del Brasil portugués- había enunciado por primera vez el principio de que los nuevos estados, en el momento de su creación, tendrían el dominio de las tierras que se establecieran como colonias. Implícitamente abrió la puerta a las reclamaciones por posesión previa en las vastas tierras del norte.

Después de la independencia de Brasil en 1822, las actuales fronteras del Estado de Amazonas aún no estaban definidas – en ese momento eran con la Gran Colombia. Los conflictos internos de ese país vecino dieron lugar al surgimiento de Colombia, Ecuador, Venezuela y Panamá. Brasil firmó el Tratado Vásquez Cobo-Martins (1908) (con esos países) que finalmente dio derecho a esas posesiones en el norte a Brasil. Una región está marcada por la línea geodésica Apóporis-Tabatinga; y la otra es el área municipal de São Gabriel da Cachoeira, en la frontera entre Brasil y Colombia.

Conquistadores españoles y jesuitasEditar

Busto de Francisco de Orellana, explorador que visitó el río Amazonas

Por el Tratado de Tordesillas (1494), toda la cuenca del Amazonas estaba en el área de la Corona española. La desembocadura de un gran río fue explorada por el conquistador español Vicente Yáñez Pinzón, que llegó a ella en febrero de 1500, con su primo Diego de Lepe. Llamó al río Santa María de la Mar Dulce por el gran estuario de agua dulce que se extendía hasta el mar en su desembocadura.

En 1541, los conquistadores españoles Gonzalo Pizarro y Francisco de Orellana, procedentes de Quito, Ecuador, cruzaron la cordillera de los Andes y exploraron el curso del río hasta el océano Atlántico. Los indígenas llamaban a este río el Conoris. El mito de las mujeres guerreras en el río se ha extendido en los relatos y libros, sin ningún alcance popular, aún haciendo que esas regiones reciban nombres de guerreras de la mitología griega, las Amazonas – entre ellas el río más grande de la región que se conoció como el río Amazonas. Las primeras publicaciones, como era el estilo de la época, llamaban al río con el nombre de su explorador europeo, el Orellana.

También en el siglo XVI, se produjeron las expediciones de los conquistadores Pedro de Ursúa y Lope de Aguirre en busca del legendario El Dorado, la Ciudad Perdida del Oro (1559-1561)Las misiones jesuitas españolas fueron los primeros asentamientos río arriba en el Amazonas. Entre 1638 y 1727 se fundaron hasta 30 misiones en territorio amazónico, siete de ellas en Brasil. El municipio de Silves, en una isla del lago Saracá, es uno de los más antiguos de la Amazonia, ya que se originó en una misión indígena mercedaria fundada en 1663. A principios del siglo XVIII, fueron destruidos por los portugueses, despoblados por la viruela, o sus habitantes indígenas llevados como esclavos por los bandeirantes portugueses. Algunas fueron asumidas por los carmelitas portugueses. La destrucción de las misiones supuso el fin de las reivindicaciones españolas en la Amazonia occidental. Sólo una es un lugar poblado hoy en día, San Pablo, ahora el municipio de São Paulo de Olivença.

Puestos de avanzada ingleses, holandeses y francesesEditar

A partir de alrededor de 1580, sin ocupación efectiva, ingleses, holandeses, franceses (e incluso algunos irlandeses) en busca de las llamadas Drogas do Sertão (especias de las tierras del fondo) habían establecido algunos puestos de avanzada aguas arriba de la boca del Amazonas.

Usurpación portuguesaEditar

Barcelos fue la primera sede de la capitanía de São José do Rio Negro.

Desde al menos la época del Tratado de Tordesillas en 1494 hasta el Tratado de Madrid en 1750, la región del alto Amazonas formaba parte del Virreinato español del Perú (Virreinato de Nueva Granada después de 1717). Todo el norte del Amazonas (Solimões) y el oeste del río Nhamundá (Yamundá, en español), un afluente de la orilla izquierda del Amazonas que forma el límite de Amazonas con Pará, se conocía como Guayana Española.

La expansión portuguesa hacia el oeste y el norte de la Línea de Torsedillas comenzó desde la frontera de la capitanía más septentrional de Maranhão con la expulsión de los franceses de São Luis en 1615, y la fundación de Belém en la desembocadura del Amazonas en 1616. Desde entonces, la exploración y la colonización siguieron el curso de agua río arriba.

Se tiene constancia de misioneros carmelitas portugueses activos en la zona de Solimões, aguas arriba del río Negro, ya en la década de 1620, pero los asentamientos permanentes no se establecieron hasta dentro de 80 años, por lo que los registros son nebulosos.La primera incursión portuguesa documentada en la alta Amazonia fue la expedición del explorador y militar portugués Pedro Teixeira, que siguió el gran río desde el océano Atlántico hasta Quito (Ecuador) con 70 soldados y 1.200 indios en cuarenta y siete grandes canoas (1637-1639). Regresó por la misma ruta, llegando de nuevo a Belem en 1639. Según los portugueses, Pedro Teixeira colocó un marcador de posesión en el alto río Japurá en 1639. Poco después, el bandeirante portugués António Raposo Tavares, cuya bandeira, dejando la capitanía de São Vicente viajando por tierra, llegó a los Andes, y siguiendo el río Amazonas, regresó a Belém, visitando un total de unos 12.000 kilómetros (7.500 mi), entre 1648 y 1651.

La selva tropical es hostil e impenetrable, así como los asentamientos europeos fueron exclusivamente a lo largo de las vías fluviales. La expansión portuguesa fue generalmente de este a oeste, y desde el canal principal, el Solimões, hacia el norte y el sur a lo largo de los afluentes. El carácter de los asentamientos era de tres tipos: de defensa y ocupación (fortes), económico (feitorias) y evangélico (missões). Los primeros asentamientos portugueses permanentes en la región fueron Itacoatiara, a 176 km al este de Manaos, fundada en 1655 por el jesuita portugués Padre António Vieira como Misión de Aroaquis en la isla de Aibi, cerca de la desembocadura del lago Arauató, seguida de São Gabriel, fundada en 1668 por el fraile franciscano Teodózio da Veiga y el capitán Pedro da Costa Favela en el río Negro, cerca de la desembocadura del río Aruím. En 1761, se construyó un fuerte en el lugar, y el asentamiento se convirtió en la ciudad de São Gabriel da Cachoeira. La primera aldea misionera de los portugueses en el Negro fue la conocida como Santo Elias dos Tarumas (originalmente aldeia de Nossa Senhora da Conceição, y más tarde llamada Airão), que data de 1692.La capital Manaus, fue fundada en 1669 como el Fuerte de São José do Rio Negro (más tarde llamado Lugar da Barra do Rio Negro o «lugar en la orilla del Río Negro») en la confluencia de los ríos Negro y Solimões.

La Carta Real de 1693 dividió la Amazonia entre los jesuitas, los carmelitas, los capuchinos y los franciscanos: los jesuitas restringieron sus actividades a la orilla sur del Amazonas aguas arriba de la desembocadura del Madeira; La ribera norte del Amazonas hasta las Trombetas quedó en manos de los franciscanos, hasta la desembocadura del río Negro en las de los mercedarios, y el propio Negro y los Solimoes en las de los carmelitas.Los carmelitas portugueses empezaron más tarde que los jesuitas españoles, pero su impacto fue más duradero. Entre 1697 y 1757, establecieron ocho misiones en los Solimões y nueve en el río Negro. Además, hubo algunas misiones jesuitas portuguesas en los Solimões. En 1731, los jesuitas portugueses recibieron órdenes del gobernador Luiz de Vasconcellos Lobo de establecer dos aldeas sobre la desembocadura del río Negro, una en la orilla derecha del Solimões de Orellana, entre la desembocadura oriental del Javari y la aldea carmelita de São Pedro; la otra en la desembocadura occidental del gran río Japurá. Este fue el comienzo de lo que se llamó la Guerra Jesuita-Carmelita.

El antídoto para el asentamiento fue la enfermedad: feroces epidemias de viruela en 1661, 1695, 1724 y 1743/49 dejaron la región casi despoblada. Un fraile carmelita tuvo un notable éxito con el método de la variolación en 1729, pero la técnica no se propagó. La vacuna contra la viruela bovina de Jenner no se introdujo en Brasil hasta 1808. La variolación se prohibió en 1840, y la vacunación se impuso en 1854. Sin embargo, las epidemias empeoraron hasta que finalmente se extinguieron a finales de siglo.

Dentro del proyecto de ocupación del interior del Amazonas, se formó la capitanía real de São José do Rio Negro subordinada a Pará, en marzo de 1755, con sede en la villa de Mariuá, (actual Barcelos).

Las fronteras de BrasilEditar

El límite entre la dominación portuguesa y española del Amazonas fue finalmente fijado en el Río Javari (río que nace en la frontera entre el estado de Amazonas, Brasil, y el departamento de Loreto, Perú) por el Tratado de Madrid en 1750.

A mediados del siglo XVIII, la frontera efectiva entre los dos imperios, el Virreinato español del Perú y el Brasil portugués, se había desplazado a la zona de la confluencia de los ríos Negro y Amazonas, en la alta Amazonia.Si bien el Tratado de Madrid de 1750 reconocía implícitamente el principio del uti possiditis, en realidad no especificaba las fronteras del norte del país. En aquella época, la frontera de contención entre los dominios españoles y portugueses estaba en el alto Solimões, en la confluencia del río Negro. En el alto Salomões, la influencia misionera española estaba siendo desplazada, y el Virrey era indiferente a la colonización, pero los asentamientos portugueses aún no estaban establecidos. Parte de la frontera norte entre Brasil y lo que entonces era la Guayana Británica, fue fijada por la Comisión Española de Límites de Yturriaga y Solano (1757-1763). Después de dos guerras indecisas entre las fuerzas coloniales portuguesas y españolas 1761-1763 y 1776-1777, la frontera entre las posesiones españolas y portuguesas, el Virreinato del Perú (y los estados sucesores) y la región de Grão-Pará de Brasil, se fijó entre 1781 y 1791 mediante negociación.

Edad de la rebeliónEditar

En 1821, las provincias de Grão-Pará y Río Negro se convirtieron en el Grão-Pará unificado. Al año siguiente, Brasil proclamó su independencia y Grão-Pará se convirtió en la Provincia de Pará del estado de Brasil.

En el momento de la independencia en Brasil, en 1822, los residentes del pueblo se proclamaron independientes, estableciendo un gobierno provisional.

Cuando el emperador Pedro I declaró la independencia de Portugal, en 1822, tuvo que luchar también las provincias de Grão-Pará y Maranhão. En 1823, un barco comandado por el oficial británico John Pascoe Grenfell llegó al puerto de Belém, para combatir a los rebeldes. Sólo en agosto de 1824 el nuevo gobernador juró lealtad al emperador brasileño.La provincia de Pará, incluyendo la comarca de Río Negro, la región del alto Amazonas, fue incorporada al Imperio de Brasil en 1824.

Una revuelta en 1832 exigió la autonomía de la región del Amazonas como provincia separada de Pará. La rebelión fue reprimida, pero los amazónicos consiguieron enviar un representante a la Corte Imperial, Fray José dos Santos Inocentes, que consiguió la creación del Distrito del Alto Amazonas. Durante Cabanagem, en 1835-40, el Amazonas se mantuvo fiel al gobierno imperial y no se unió a la revuelta.

Como una especie de recompensa por la lealtad, la Provincia de Amazonas fue creada oficialmente por el emperador Pedro II en 1850.

El caucho y la explotación económicaEditar

Mercado del caucho en el centro de Manaos en 1904.

Bono del Estado del Amazonas, emitido el 16. Julio de 1906

Desde mediados del siglo XIX, el territorio comenzó a recibir migrantes del noreste en busca de una vida mejor. Atraídos por el auge del caucho, se instalaron en importantes ciudades amazónicas como Manaos, Tabatinga, Parintins, Itacoatiara y Barcelos, la primera capital de Amazonas.El estado tuvo una época de esplendor en la década de 1890, en el pico del auge del caucho. Sin embargo, las ganancias económicas fueron en gran parte el resultado de un gran sufrimiento humano: incontables miles de seringueiros amerindios esclavizados (recolectores de caucho) murieron a causa de las enfermedades y el exceso de trabajo.

Plaza 15 de noviembre, Manaos, 1906.

Manaus, que ya se jactaba de ser la capital administrativa del Estado, experimentó un gran crecimiento demográfico y el avance económico, resultante principalmente de las exportaciones de materias primas hasta entonces exclusivamente de la Región Amazónica. Con la riqueza generada por la producción y exportación de caucho natural (Hevea brasiliensis), la capital amazónica recibió grandes obras como el puerto de Manaus, la Ópera de Amazonas, el Palacio de Justicia, el embalse de Mocó, la primera red de energía eléctrica y servicios de transporte público como los tranvías. Vista como referencia, su sede se convirtió en un símbolo de prosperidad y civilización para el Estado de Amazonas, siendo el centro de importantes eventos artísticos y culturales. Floreció así el comercio de productos de lujo y superfluos, con hombres y mujeres de todo el mundo desfilando por sus calles y avenidas, en la compra del llamado «oro negro», como fue apodado el caucho natural, para revender grandes beneficios en las principales capitales de Europa y en los Estados Unidos a partir de 1910, comenzaron tiempos difíciles, debido a la fuerte competencia del caucho natural plantado en las plantaciones de caucho el continente asiático, a los mercados europeos y americanos con ventajas superiores, que en última instancia promulgar la quiebra de la economía amazónica.A finales del siglo XIX, el monopolio del caucho brasileño estaba muriendo lentamente, ya que las plantaciones británicas y holandesas en el sudeste asiático estaban produciendo caucho más barato y de calidad superior, y en 1900 el estado de Amazonas había caído en un grave declive económico.

Zona Económica LibreEditar

Zona Económica Libre de Manaos (también llamada Polo Industrial de Manaos o Polo Industrial de la Amazonia Brasileña) fue un proyecto de desarrollo económico implementado por la Ley número 3 173 de 3 de junio de 1957, que replanteó, amplió y estableció incentivos fiscales para el despliegue de un polo industrial, comercial y agrícola en un área física de 10 000 km2, con sede en la ciudad de Manaos. A pesar de la adopción en 1957, ese proyecto sólo ha sido desplegado de hecho, por el Decreto-Ley número 288 de 28 de febrero de 1967.

Mapa de Amazonas, 1966. Archivos Nacionales de Brasil.

El proyecto fue implementado por el gobierno militar brasileño, en un principio, los beneficios de este proyecto se extendieron a la Amazonía Occidental, formada por los Estados de Amazonas, Acre, Rondônia y Roraima. El 20 de agosto de 2008, la zona de libre comercio de Macapá, que fue incluido en el Consejo de Manaus por la Superintendencia de la Zona Franca (Suframa) y por lo tanto, el Amapá recibió el mismo beneficio dado por otros Estados brasileños de la Amazonia. La creación de la zona franca de Manaus tuvo como objetivo promover la ocupación de la población de esta región y elevar el nivel de seguridad para mantener su integridad, además, frenar la deforestación en la región y recuperar la preservación y sostenibilidad de la biodiversidad presente en el estado. En sus años de existencia, la historia de la Zona Franca de Manaus se divide en cuatro fases la primera, de 1967 a 1975, caracterizada por la referencia en la política industrial del país para la sustitución de importaciones de bienes finales y la formación del mercado interno; la segunda, de 1975 a 1990, se caracterizó por la adopción de medidas de promoción de los insumos de la industria nacional, especialmente en el Estado de São Paulo (mayor consumidor en la época) la tercera, en 1991 y 1996, entró en vigor la nueva política industrial y de comercio exterior, marcada por la apertura de la economía brasileña, la reducción del impuesto a la importación para el resto del país y el énfasis en la calidad y la productividad, con la implementación de la política brasileña de calidad y productividad (PBPQ en portugués) y el programa de competitividad industrial; y la cuarta y última, de los años 1996-2002, marca su adaptación a los escenarios de la economía globalizada y los ajustes exigidos por los efectos del plan Real, como el movimiento de privatización y desregulación.