La palabra matriz es la manera más común de denominar el útero.
El útero está formado por:
- el cuello uterino y
- el cuerpo uterino (la cavidad donde se alojan los embarazos).
El cáncer que afecta al cuello uterino es el relacionado con los virus del papiloma, este tema lo hemos desarrollado en otras entradas.
El cáncer de endometrio es uno de los cánceres que se origina en el cuerpo del útero o matriz, en particular en la mucosa (membrana) que lo recubre, que se llama endometrio. Se presenta más frecuentemente en mujeres mayores de 50 años (generalmente después de la menopausia). Es un cáncer que raramente se presenta antes de los 40 años de edad.
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¿Qué mujeres están en mayor riesgo?
El cáncer de endometrio es un cáncer frecuente pero aún no se ha podido identificar cuáles son sus causas. No obstante, se han identificado grupos de mujeres que tienen un riesgo mayor a padecerlo como son:
- mujeres mayores de 50 años de edad,
- obesas,
- diabéticas (azúcar elevado en la sangre),
- hipertensas
- mujeres estériles o que no han tenido hijos
- mujeres que empezaron a menstruar antes de los 12 años
- mujeres mayores de 50 años con persistencia de menstruación
- mujeres que han recibido tratamientos hormonales con estrógenos y/o progesterona o con Tamoxifeno (medicamento usado en el tratamiento del cáncer de mama).
Si bien estas características son más frecuentes en mujeres con cáncer de endometrio. Hay que recordar que una mujer sana, delgada y con muchos hijos también puede padecer este cáncer, aunque sea más raro observarlo en este tipo de mujeres.
Por ello, es importante no descuidar la visita médica ginecológica frente a cualquier sangrado vaginal no esperado.
¿Cómo puedo sospechar de un cáncer de matriz o endometrio?
El síntoma más común es el sangrado vaginal anormal. Este puede ser escaso, puede aparecer entre menstruaciones (reglas) o ser un sangrado abundante (más frecuente en las mujeres menopáusicas). Este sangrado anormal es una manifestación temprana de la enfermedad. La ventaja es que si se reconoce pronto, esto ayuda a poder seleccionar tratamientos menos agresivos.
Toda mujer mayor de 40 con sangrado abundante o con incremento en el número de las menstruaciones o con sangrado entre ciclos menstruales debe acudir a consulta médica ginecológica para ser evaluada.
¿Cuál es el sangrado vaginal normal en la transición a la menopausia?
La cavidad interior de la matriz está recubierta por el endometrio. Esta mucosa se renueva durante el ciclo menstrual y se elimina en cada menstruación o regla. Este patrón de sangrado cambia cuando la mujer empieza acercarse a la menopausia, los sangrados se hacen de menor cantidad y más espaciados en el tiempo, hasta que finalmente cesan. Todo ello es una transición normal a la menopausia.
Si tienes alrededor de 50 años y empiezas con sangrados abundantes, irregulares, o de muchos días, es importante hacer un estudio, ya que podrían estar implicadas otras causas relacionadas con el cáncer de endometrio, aunque lo más habitual sea un inicio de trastornos relacionados con la menopausia.
¿Es normal sangrar en la menopausia?
No, no debería haber ningún sangrado vaginal en las mujeres menopáusicas, es decir en las mujeres mayores de 50 años en quienes la regla o menstruación ha cesado por más de un año.
Por ello, el mensaje importante es que si hace más de un año que no tienes la regla, y empiezas a perder de manera escasa, o incluso similar a cuando tenías la regla, es importante que acudas a tu ginecólog@, para que haga un seguimiento y valore qué lo está causando.
Aunque hay otras causas benignas frecuentes que pueden provocar sangrado como:
1) la atrofia de la matriz (adelgazamiento y sequedad del útero, e incluso de las paredes vaginales y labios externos de la vulva) o
2) los pólipos (bultos benignos que se forman a veces en la cavidad uterina).
Una exploración médica adecuada podrá tranquilizarte y asegurar que se realiza el tratamiento adecuado.
¿Qué se hace cuando aparecen estos síntomas?
El ginecólog@ realizará un examen físico y valorará a través de una ecografía como está la mucosa del endometrio, el cuerpo del útero y los órganos anexos (trompas y ovarios).
Recuerda que la ecografía es una prueba que no duele y que se utiliza muy frecuentemente, por ejemplo, en el seguimiento de los embarazos. Si se considera necesario, el médico solicitará o tomará en la misma visita un pequeño trozo de la mucosa (biopsia). Este procedimiento no requiere anestesia ni preparación previa. Según lo que se observe en estos exámenes se pueden recomendar otras pruebas.
Finalmente lo más importante es que frente a un sangrado anómalo no tengas miedo y acudas a tu médico. Retrasar un diagnóstico sólo puede perjudicarte. Las estadísticas de este cáncer demuestran un nivel muy alto de curación si se diagnostica al inicio. ¡Ojalá pudiésemos decir esto de otras enfermedades!