Cada vez que hiervo agua para hacer pasta -la única cosa que «preparo» en la cocina- siempre estoy tentada de inclinar mi cabeza sobre la parte superior de la olla y dejar que el vapor bañe mi cara como una sauna emergente. Ah, ¡qué maravilla!

Pero me detengo, porque como alguien que lucha contra el enrojecimiento, asumo que esto es un no-no para mi tipo de piel, que es casi tan sensible y explosiva como Donald Trump. Pero así soy yo, y sé que hay mujeres que juran por esta práctica para limpiar sus poros…

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Así que hace poco, ante una olla de raviolis Giovanni Rani, me pregunté si tal vez mis poros podrían beneficiarse de una buena sudoración -aunque me pusiera roja como un tomate. Así que consulté a algunos dermatólogos de confianza para que me aclararan, de una vez por todas, si darle a tu cara el tratamiento de vapor es una buena idea.

Los profesionales

«La vaporización facial es una gran opción para los pacientes con piel propensa al acné o con puntos negros persistentes», dice el Dr. Arash Akhavan, MD, FAAD, propietario y fundador de The Dermatology & Laser Group.

Según el Dr. Akhavan, el vapor logra dos cosas: 1) El vapor de agua en sí mismo afloja la suciedad y los contaminantes que están obstruyendo los poros y 2) El calor induce la sudoración, lo que hace salir aún más los poros.

«Los poros recién limpiados pueden absorber mejor las cremas para la piel con ingredientes activos, como los productos a base de retinol o las cremas recetadas por su dermatólogo», añade.

Los contras

Aunque la dermatóloga Rachel Nazarian, M.D., del Grupo de Dermatología Schweiger, reconoce que exponer la piel al vapor caliente puede resultar muy relajante y ayudar en las extracciones médicas para facilitar la eliminación de las lesiones de acné, puede que no le haga ningún favor a *su* piel.

«El calor al que se expone la piel provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que provoca enrojecimiento, aumento de la inflamación y empeoramiento de enfermedades como la rosácea», explica Nazarian. «Las temperaturas más altas y el agua caliente eliminan más humectantes naturales de la piel que las temperaturas más frías».

La conclusión

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El Dr. Akhavan está de acuerdo con el Dr. Nazarian en que la vaporización facial no es adecuada para la piel propensa a la rosácea, ya que el calor puede causar la dilatación de los vasos sanguíneos, contribuyendo al enrojecimiento. Además, no es una buena idea para las personas con piel seca o eczema debido a los aceites naturales que se eliminan.

Pero si su piel no es *demasiado* sensible, y quiere vaporizar sus poros, el Dr. Akhavan recomienda hacerlo durante no más de 10-15 minutos y limpiar su piel con un limpiador suave inmediatamente después para deshacerse de los residuos aflojados.

¿Otra opción? Hazte un tratamiento facial profesional, como el tratamiento HydraFacial MD de limpieza e iluminación de The Dermatology &, o prueba una mascarilla de arcilla en casa.

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Lauren ValentiEditora web asociadaSoy la editora web asociada de Marie Claire.

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