Al amparo de la oscuridad, las últimas noches en Richfield han producido sonidos típicamente reservados para las películas de terror.
Los chillidos y los ruidos espeluznantes se han escuchado en el área de la calle 74 y la avenida Russell, con un residente diciendo que ha escuchado los ruidos cuatro noches consecutivas, el último ocurrió alrededor de las 3-4 de la mañana del lunes.
«He estado escuchando este extraño cacareo/grito por la noche fuera de mi ventana», dijo Kenani Ali, que publicó el audio del ruido de pesadilla en un grupo de la comunidad en Facebook.
Ali añadió que «ha sido bastante aterrador», y que «mi compañera de piso también lo ha oído y para ella ha dicho que suena como alguien gritando ayuda». Esto es lo que han escuchado:
«Es un poco confuso cuando llega, parece bastante lejano. Mi inclinación, me inclino por un grito de zorro rojo», dijo Scott Noland, un gerente de vida silvestre con el DNR.
Aquí está el sonido de un grito de zorro rojo. Juzgue usted.
«Suele escucharse más en la época de apareamiento, en febrero. Suele ser en las horas de la tarde o del atardecer», dijo Noland. «Puede ser en esta época del año si están amenazados por un coyote o simplemente están comunicando su territorio. Cuatro días seguidos es bastante consistente, por lo que podría haber una madriguera o una cría en la zona donde tienes una familia de zorros en un área localizada como esa.»
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Ali dijo que escuchó los gritos alrededor de las 11 de la noche las dos primeras noches, y luego alrededor de las 3-4 de la mañana más recientemente.
Otras teorías de los gestores de la fauna incluyen búhos barrados jóvenes o un conejo moribundo, aunque esto último es menos probable ya que los escalofriantes ruidos se han escuchado cuatro noches seguidas.
¿Los conejos moribundos hacen un ruido inquietante como ese? «Es similar a eso. Algunos cazadores de coyotes utilizan ese tipo de llamada de auxilio para atraer a otros depredadores», explicó Noland.
Luego hay otra teoría del teniente de policía de Richfield, Brad Drayna, quien dijo que oye gritos de mapache que suenan de manera similar casi todas las noches cerca de su casa en Burnsville, que está cerca del río Minnesota.