La ansiedad suele ir acompañada de síntomas físicos como latidos rápidos del corazón, mareos o malestar estomacal. La ansiedad puede provocar y provocará problemas de salud asociados al estrés crónico, como la debilidad del sistema inmunitario o los dolores de cabeza frecuentes, pero a veces es el dolor de cabeza el que provoca la ansiedad. Entonces, ¿cómo saber si tiene ansiedad o un problema de salud físico?
Hay problemas médicos que pueden causar o exacerbar los síntomas de ansiedad. Como regla general, obtener un examen exhaustivo para descartar posibles causas médicas es la mejor práctica cuando se está tratando por un diagnóstico psiquiátrico. Si experimenta una ansiedad de aparición tardía, una aparición repentina sin antecedentes de síntomas de ansiedad o sus síntomas cambian significativamente, debe consultar a su médico de inmediato, ya que podría ser un signo de problemas médicos más graves, como un tumor, una enfermedad infecciosa o un ataque al corazón.
Los síntomas comunes de ansiedad física incluyen:
- Ritmo cardíaco acelerado
- Respiración superficial y/o opresión en el pecho
- Sudoración y/o temblores
- Mareos o vértigo
- Estómago revuelto
- Orinar con frecuencia o diarrea
- Sentir calor o frío
- Tensión o debilidad muscular
- Dolores de cabeza
- Dificultad para dormir
- Tener una sensación de peligro inminente, pánico o fatalidad
- Dificultad para concentrarse o realizar tareas
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Síntomas médicos de ansiedad
Los desequilibrios hormonales pueden afectar a la salud mental. El más común es el hipertiroidismo, que puede presentar síntomas similares a los ataques de pánico, como temblores, sensibilidad al calor, pérdida de peso e inquietud.
La vitamina B 12 es la deficiencia más comúnmente asociada a los síntomas de ansiedad o de ataques de pánico. También se han relacionado otras deficiencias vitamínicas con la ansiedad, como los ácidos grasos omega 3 EPA/DHA, el magnesio, la vitamina D y el ácido fólico.
La enfermedad de Lyme puede estar asociada a síntomas psiquiátricos, especialmente a la ansiedad.
Algunos tumores, como el feocromocitoma, que son tumores de la glándula suprarrenal, pueden producir adrenalina y a menudo se presentan como ataques de ansiedad o pánico.
La perimenopausia también puede ser la culpable de los síntomas de ansiedad. Durante la menopausia, los niveles hormonales de estrógeno y progesterona disminuyen. La progesterona es una hormona calmante y sin ella las mujeres pueden sentirse más agobiadas y estresadas y, en algunos casos, puede dar lugar a un trastorno de ansiedad.
La hipoglucemia y las anomalías electrolíticas también pueden ser condiciones en las que se manifiesten los síntomas de ansiedad, como sensación de desmayo, temblores y mareos. 
Otras afecciones médicas como las migrañas y las convulsiones presentan síntomas de ansiedad.
La obesidad, la fibromialgia y el síndrome del intestino irritable también se han relacionado con la ansiedad.
La buena noticia es que la mayoría de los profesionales médicos están formados en materia de imitaciones médicas y pueden descartar las afecciones antes de recomendar un tratamiento de salud mental. Sin embargo, siempre puede pedir que le evalúen por cualquiera de estas condiciones médicas. Si no está seguro de tener ansiedad, una evaluación exhaustiva con un proveedor de salud mental podría ser un buen punto de partida.
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Juniper Owens, LCSW, CPT, LMT es cofundadora, directora de bienestar y terapeuta de Bridge Counseling and Wellness. Juniper se especializa en el tratamiento holístico de la ansiedad; TOC, TEPT, pánico, fobias, ansiedad en las relaciones, la preocupación y el miedo, la ansiedad general y la gestión del estrés.