Cuando pensamos en los adictos al sexo solemos pensar en los hombres (sobre todo en los famosos que han estado en rehabilitación por ello), pero una nueva investigación sugiere que las mujeres pueden tener con la misma facilidad comportamientos sexuales compulsivos y perjudiciales. El estudio, publicado en la revista Journal of Sexual Medicine, analizó las correlaciones entre las conductas sexuales de riesgo y la hipersexualidad en las mujeres, que se define como las fantasías sexuales intensas, los impulsos o las conductas sexuales que causan una angustia personal significativa o el deterioro del funcionamiento social y profesional.
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En su primera prueba, los investigadores pidieron a 988 mujeres (en su mayoría de veinticinco años) que participaran en una encuesta online basada en el Inventario de Comportamiento Hipersexual. Clasificaron ciertas preguntas sobre su vida sexual de «nunca» a «muy a menudo», como «Hacer algo sexual me ayuda a sentirme menos sola» o «Mis pensamientos y fantasías sexuales me distraen de realizar tareas importantes.»
Aunque algunas de estas preguntas podrían referirse a usted si acaba de pasar por una mala ruptura (o si ver Magic Mike por décima vez le impide lavar la ropa), otras preguntas sobre los hábitos de masturbación, sexo y pornografía ayudaron a separar los altibajos sexuales promedio del comportamiento compulsivo. A continuación se examinaron las respuestas de ambos cuestionarios en busca de vínculos entre los patrones de comportamiento sexual, las conductas sexuales de riesgo y la definición diagnóstica de hipersexualidad.
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Contrariamente a investigaciones anteriores sobre las mujeres hipersexuales (que sugieren que son más pasivas que los hombres hipersexuales) los resultados de esta investigación mostraron que las mujeres hipersexuales tenían altas frecuencias de masturbación, más parejas sexuales y un mayor uso de la pornografía, al igual que sus homólogos masculinos. Además, una puntuación alta en el Inventario de Comportamiento Hipersexual se asoció con comportamientos sexuales de riesgo, que pueden poner en peligro su seguridad y su salud sexual.
Esto confirma definitivamente lo falsos que son algunos mitos sobre la sexualidad femenina, como la idea de que la monogamia es más fácil para las mujeres, que las mujeres no se sienten tan impulsadas visualmente durante el sexo como los hombres, que las mujeres necesitan una conexión emocional para tener sexo, o que las mujeres simplemente no están preparadas para el sexo casual. La investigación confirma que las mujeres pueden encontrarse con la misma facilidad buscando comportamientos sexuales de riesgo, lo cual es un punto crucial a entender para que estos problemas puedan ser abordados y tratados, en lugar de ser ignorados y etiquetados como un «problema masculino».
Si crees que tu hipersexualidad puede estar poniendo en riesgo tu bienestar físico o mental, aquí tienes algunas sugerencias para encontrar un terapeuta que pueda ayudarte.
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