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Una sustancia química llamada histamina se libera cuando su cuerpo entra en contacto con lo que desencadena sus alergias. Puede ser el polen, el polvo o incluso la caspa de las mascotas. Por eso los antihistamínicos suelen ser la primera opción cuando se trata de tratar las alergias. Las alergias pueden provocar diversos síntomas, como goteo de ojos y nariz, sensación de picor alrededor de la boca, y también pueden causar urticaria, que es una erupción muy molesta que se desarrolla en la piel. Los antihistamínicos son capaces de bloquear el efecto de la histamina o de reducir la cantidad que se forma y conducen al alivio de la mayoría de estos síntomas.

Tomar antihistamínicos durante la fase de lactancia puede, sin embargo, plantear algunas dudas. Lea este artículo para saber si puede echar mano de esos antihistamínicos mientras sigue amamantando a su bebé.

¿Puede tomar antihistamínicos mientras da el pecho?

La mayoría de las madres lactantes siempre se preocupan por tomar cualquier tipo de medicamento ya que les preocupa que se transfiera a sus bebés a través de la leche materna. Aunque hay advertencias en la mayoría de los medicamentos antihistamínicos para prevenir a las madres lactantes, algunos son seguros de usar mientras se está amamantando. Su médico lo sabrá mejor y podrá aconsejarle el medicamento y sus dosis que más le convengan y que no causen efectos secundarios en su bebé.

Tipos de antihistamínicos

Aunque hay muchos tipos diferentes de antihistamínicos, lo mejor es dividirlos en dos categorías principales que se comentan a continuación:

Antihistamínicos de primera generación

Estos antihistamínicos son más potentes. Atraviesan la barrera hematoencefálica y hacen que se sienta somnoliento o adormecido. Algunos ejemplos de antihistamínicos sedantes son la hidroxizina, la prometazina y la clorfenamina.

Antihistamínicos de segunda generación

Estos antihistamínicos son más nuevos que los sedantes. No atraviesan la barrera cerebral y tienen una probabilidad baja o nula de hacer sentir sueño o causar somnolencia. Algunos de ellos son la cetirizina, la fexofenadina y la loratadina.

¿Qué antihistamínicos son seguros durante la lactancia?

Aquí están los mejores tipos de antihistamínicos para usar durante la lactancia:

Gotas para los ojos

Para el picor de ojos, las gotas para los ojos que contienen antazolina son compatibles durante el período de lactancia.

Spray nasal

Si tiene secreción nasal o se siente congestionada, opte por un spray nasal que contenga un descongestionante o un antihistamínico como la azelastina. Dado que su efecto es tópico, sin absorción sistémica ni efectos secundarios, se considera el mejor antihistamínico durante la lactancia.

Antihistamínicos orales

Todos los antihistamínicos se consideran seguros durante la lactancia, ya que se excretan cantidades mínimas en la leche materna y no causarían ningún efecto adverso en un bebé lactante a corto plazo. Sin embargo, los médicos prefieren los antihistamínicos de segunda generación durante el embarazo y la lactancia debido a su perfil de seguridad. La Sociedad Británica de Alergia e Inmunología Clínica recomienda la loratadina en su dosis más baja como una de las opciones preferidas si se requiere un antihistamínico durante la lactancia.

Antihistamínicos naturales que se pueden utilizar durante la lactancia

También se puede considerar un antihistamínico natural durante la lactancia para prevenir la aparición de alergias. Aquí, tenemos algunas formas naturales de antihistamínicos que usted puede considerar mientras está amamantando:

Ginko

Esta hierba china se utiliza comúnmente en el Ayurveda y se puede utilizar como un antihistamínico. También se utiliza con mucha frecuencia en el tratamiento del tinnitus, la bronquitis, el glaucoma, los problemas de circulación sanguínea y el asma.

Ortiga

Aunque su nombre pueda resultar desagradable, la ortiga es un antihistamínico natural y seguro para las madres lactantes. También ayuda a su buena salud en general. Es muy útil ya que dificulta la actividad de las histaminas, reduce los síntomas de las alergias estacionales y puede tratar la fiebre del heno, la gota, el eczema y el dolor de las articulaciones.

Jewelweed

Un antiguo remedio de los nativos americanos para los efectos nocivos causados por la hiedra venenosa, Jewelweed contiene corticosteroides, que son útiles para tratar la dermatitis de contacto, las picaduras de abeja y otras reacciones alérgicas.

Flavonoides

Los flavonoides están presentes en las cebollas, el brócoli, las manzanas, el ajo, el té, las legumbres, el perejil, el vino, etc. en forma de quercetina. La quercetina ayuda a controlar las alergias y la inflamación que éstas provocan.

La vitamina C

La vitamina C está presente en los cítricos. Cuando se combina con los bioflavonoides, que también están presentes en los mismos, forman un dúo muy potente que puede dificultar las actividades de las histaminas en el organismo. También proporcionan otros beneficios para la salud, como una mayor inmunidad. Por sí misma, la vitamina C es un nutriente muy beneficioso que se puede encontrar en la melaza, los espárragos, la piña, la papaya, los berros, el mango, la pimienta de cayena y los tomates.

Ácidos grasos Omega-3

Es de conocimiento común que los ácidos grasos Omega-3 son muy buenos para la salud, pero no muchos son conscientes de lo bueno que es como antihistamínico. Es muy bueno para combatir las alergias y tiene propiedades antiinflamatorias. Los Ácidos Grasos Omega-3 están presentes en el aceite de canola, las nueces, el aceite de linaza, la carne de animales alimentados con pasto y el pescado de agua fría.

Si está tomando un antihistamínico, la producción de leche materna puede verse afectada negativamente, provocando una disminución de la misma. Póngase en contacto con su médico si esto le ocurre.

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